Pidan
el perdón cada segundo de su vida,
cada aliento, cada momento... |
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Digan para este momento, -todas las alabanzas son de Alah. Y para el próximo momento, -toda mi confianza está en Alah. Aunque nuestros padres puedan olvidarse de nosotros. Dios viene a ayudarnos y protegernos, no importa donde estemos. Cuando un hombre daña a otro, el hombre que fue dañado debe perdonar al que lo daño. Esa es la más exaltada forma de perdón. Mis chicos, perlas que iluminan mis ojos: El dolor es parte de nuestra naturaleza, parte de nuestra vida. No deben prestarle mucha atención. Deben experimentarlo todo, vayan más allá... y sepan que Alah es el tesoro, nuestra única alegría. En Su ojo somos pequeños chicos, y Él nos perdona siempre. Él no nos odiará, no nos desechará... Tenemos que pensar esto, hasta nuestra última respiración. Mis nietos: En el viaje de sus vidas usen su sabiduría, no pierdan su inteligencia. Si buscan venganza de otros, mientras corran tras ellos, alguien estará corriendo tras ustedes, y su trabajo será estropeado. Ustedes deben pedir perdón a Alah, si lo que hicieron hizo daño. Y pedir el perdón a quien hicieron daño... El lugar donde uno viene a buscar a Alah, no es el lugar donde uno viene a ver los errores y culpas de los otros. El trabajo que uno debe hacer aquí es estudiarse a uno mismo, corregirse a sí mismo... Para dar compasión a todos los seres creados, y que los seres creados los amen. Para tratar a todas las vidas como a la que uno posee, y para perdonar cualquier falta que otros pudieran haber cometido contra nosotros. Para abrazar con los tres mil atributos divinos, para abrazar a todos con nuestro amor, para alimentar a todos con la leche del amor, con la miel de la sabiduría, y para abrazar esa alma dentro de su propia alma, Y más te vuelves tu mismo humilde... y más pides perdón... más se ve tu verdadera exaltación. Bawa Muhaiyaddeen |
RUMI
Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.