RUMI

Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.

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30 mar 2011

La sociedad necesita una reforma educativa que incluya la gestión de las emociones

Eduardo Punset ha asegurado que la sociedad de la comunicación actual necesita una reforma educativa que incluya el aprendizaje y la gestión de las emociones con materias que ayuden a los alumnos a mejorar su empatía hacia el resto de compañeros, a aumentar el altruismo y a saber reaccionar en diferentes situaciones, unos aspectos que, a su juicio, “bajaría los niveles de violencia que hoy en día existen en las aulas”.

Así, para Punset el hecho de que la educación siga el mismo patrón “desde hace 100 años” demuestra que “está obsoleta”. “Hace años el colegio estaba preparado para generar trabajo porque se vivía en una sociedad industrial, pero ahora la educación debería centrarse en que los jóvenes se inserten en la sociedad de la comunicación del futuro y eso se hace con una fusión entre arte y el resto de materias”, ha explicado.

En este sentido, ha señalado que las competencias a impartir deberían ayudar a los alumnos a concentrar su atención; a trabajar en equipo de manera cooperativa y sin enfrentamientos; fomentar el altruismo desde las relaciones personales; ayudarles a ser resolutivos con los problemas; y la gestión de las emociones.

En este último punto, Punset ha explicado que se trataría de afrontar “emociones básicas y universales, tanto negativas como la ira y el enfado, como las positivas, como el altruismo o la empatía”. “Estamos descubriendo que mucha gente no sabe que hay que tener un cierto grado de estrés, apasionamiento e involucración con el problema para poder afrontarlo de manera positiva”, ha señalado el profesor.

Esta reforma educativa ocupa “gran parte” del nuevo libro de Punset ‘Excusas para no pensar’, en el que explica la capacidad del hombre de ser infeliz. Según el escritor, durante tres años ha buscado las razones para saber por qué el ser humano tiende a la infelicidad y entre esas razones se encuentra “su incapacidad para cambiar de opinión”, una actitud que “es mucho más dolorosa en tiempos de crisis”.

Así, ha apuntado que “el cerebro detesta cambiar de opinión porque se le obliga a rediseñar una estructura defensiva”. Pero Punset también señala como razones de infelicidad que el ser humano no compagine entretenimiento y conocimiento y la “universalización” que ha bajado las prestaciones de las que puede gozar el ser humano en sanidad, educación y otros aspectos.

Como solución a esta infelicidad, el escritor catalán hace llegar al lector una de las dimensiones de la felicidad que es “aprovechar el camino hacia ella” porque, según ha señalado “hay quien no sabe que hay vida antes de la muerte” y no se da cuenta de “las pequeñas cosas que van pasando mientras se busca la felicidad. “La intuición es una fuente tan válida de conocimiento como el pensamiento consciente”, ha concluido.

Fuente: EuropaPress

19 ago 2010

Algunos jefes son víboras a la hora de criticar a sus empleados

Algunos jefes son víboras a la hora de criticar a sus empleados. Otros, tienen miedo de hacerlo
El escritor inglés William Somerset Maugham, alguna vez dijo: "La gente pide críticas. Pero sólo espera elogios". Criticar sin ofender es una de las artes más difíciles del mundo. Por eso, son muy pocos quienes la practican. Los elegidos que lo logran son unos verdaderos maestros de la motivación...

"¡Este informe es un desastre!", bramó el gerente, "¡Vaya a escribirlo de nuevo!". El empleado huyó despavorido de la oficina. La secretaria del jefe, que había presenciado la escena, le dijo: "¿No fue un poco duro?". Con aires magnánimos, el gerente repuso: "Sólo fue una crítica constructiva".

Según el artículo Dealing with Negative Feedback, de la escuela de negocios francesa de INSEAD, algunos jefes son pésimos a la hora de criticar a sus subordinados. Otros, ni siquiera lo hacen y se escudan tras frases como "No quiero que se desmotive" o "Tendrá sus errores pero es un buen trabajador". Habilidad para la crítica constructiva: cero.

Pero los jefes que no se atreven a criticar tienen un punto a su favor. Nada más destructivo para la autoestima (y, en última instancia, el rendimiento) de un trabajador que un reproche de su jefe. Una crítica mal formulada es veneno para la motivación.

Según el estudio de INSEAD, existen dos clases de críticas. Los mensajes "funcionales" motivan y mejoran la performance. Los mensajes "disfuncionales" paralizan y reducen el rendimiento. Lamentablemente, estos últimos son los que más abundan en las organizaciones. En general, las críticas son vagas, ruidosas, incompletas y cargadas de emociones. La clave: convertirlas en mensajes racionales, precisos y bien enfocados.

Impulsar la motivación de los trabajadores a través de la crítica constructiva exige un tránsito desde el "usted es un desastre" al "usted es capaz de mucho más", un camino desde la crítica disfuncional hacia la funcional. El mensaje a transmitir es, en líneas generales, el mismo. No se trata de lo que se dice sino de cómo se lo dice.

En definitiva, concluye el estudio de INSEAD, convertirse en un maestro de la motivación exige el desarrollo de dos habilidades básicas. Primero, aprender la diferencia entre una crítica de calidad y una crítica destructiva. Segundo, empatía. La reacción natural ante una crítica es ponerse a la defensiva y buscar una justificación.

¿Cómo le caería a usted ser objeto de la misma crítica que está a punto de realizar?


¿Cómo le gustaría que su jefe se dirigiera hacia usted?

No existen recetas únicas, señala la investigación de INSEAD, todo se trata de un perfeccionamiento de la inteligencia emocional.

Pero, ante todo, tenga siempre una cosa en mente. Si puede aprender a ser un buen crítico, ¡excelente! Está en camino a convertirse en un motivador de primera. Si no le sale, ¡cuidado! Mejor muérdase la lengua y diga sólo lo estrictamente necesario. Jamás permita que en su boca crezcan unos afilados colmillos. El veneno mata la motivación.

De la redacción de MATERIABIZ
redaccion@materiabiz.com