Hubo un tiempo en el que, en los periódicos, las farmacéuticas anunciaban jarabes
de Heroína como un remedio para curar la tos o pastillas de cocaína para quitar el
dolor de muelas. Hoy se sabe que el consumo continuado de drogas, legales e
ilegales, provoca que el cerebro modifique su función. El grupo de Psicobiología de
la Drogadicción de la UNED, formado por 10 investigadores, estudia qué tipo de
modificaciones producen las drogas en las neuronas y que alteraciones cerebrales
provocan las recaídas, una vez que se ha interrumpido el consumo habitual.