Los autores del nuevo estudio, de la Universidad de Washington en Saint Louis, han empleado técnicas avanzadas de visualización del cerebro para mostrar que recordar el pasado y prever el futuro pueden ir de la mano, ya que cada proceso desencadena patrones muy similares de actividad, precisamente dentro de la misma amplia red de regiones cerebrales.
"En nuestras vidas diarias, probablemente empleamos más tiempo previendo lo que vamos a hacer dentro de un rato o mañana, que el que empleamos recordando, pero no se sabe mucho sobre cómo formamos estas imágenes mentales del futuro", explica Karl Szpunar, autor principal del estudio. "Los resultados de nuestro estudio proporcionan un sólido apoyo a la idea de que la memoria y el pensamiento futuro están muy relacionados, y ayudan a explicar por qué pensar en el futuro sería imposible sin los recuerdos".
El estudio ha servido para conocer mejor cómo la mente humana depende de una buena colección de recuerdos de experiencias vividas en el pasado, para prepararse con vistas a los desafíos futuros.
La actividad cerebral, a la izquierda, recordando, y a la derecha, imaginando el futuro. (Foto: WUSTL)
Dentro de esta red neuronal, los patrones de actividad sugieren que los contextos visual y espacial para nuestro futuro imaginado se construyen uniendo fragmentos que extraemos de nuestras experiencias pasadas, incluyendo los recuerdos de movimientos específicos del cuerpo y los cambios de perspectivas visuales, datos almacenados cuando navegamos a través de escenas similares del pasado.
Otros coautores del estudio son Jason M. Watson (ahora profesor de psicología en la Universidad de Utah), y Kathleen McDermott (profesora de psicología y radiología, de la Universidad de Washington).
http://www.solociencia.com/medicina/07020102.htm
http://www.nature.com/nrn/journal/v8/n9/fig_tab/nrn2213_F1.html