«Los Magos de Oriente simbolizan el destino de cada hombre: nuestra vida
es un caminar, iluminado por luces que alumbran el camino, hacia la
plenitud de la verdad y del amor, que los cristianos encontramos en
Jesús».
Papa Francisco
RUMI
Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.
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20 sept 2013
Cuando se lee a Dostoievski ―creo que es para todos un autor que se debe leer y releer, porque tiene una sabiduría―
"Cuando se lee a Dostoievski ―creo que es para todos un autor que se debe leer y releer, porque tiene una sabiduría―, se percibe cuál es el alma rusa, el alma oriental. Es algo que nos hará mucho bien. Tenemos necesidad de esta renovación, de este aire fresco de Oriente, de esta luz del Oriente."
Papa Francisco
Papa Francisco
11 sept 2013
8 sept 2013
El papa Francisco: “Siempre queda la duda de si la guerra es para vender armas”
El Pontífice advierte contra el impulso a una conflicto como el sirio para incrementar el comercio de armamento
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/08/actualidad/1378638689_026666.htmlComo enemigo, el papa Francisco es un hueso duro de roer. Desde hace una semana, Jorge Mario Bergoglio se viene manifestando públicamente, beligerantemente, contra la intervención militar en Siria y sus llamamientos a favor de la paz y en contra de la guerra suben cada día de nivel. Si el jueves envió una carta a Vladímir Putin y a los líderes del G20 pidiéndoles que abandonen “cualquier pretensión de una solución militar”, el sábado –durante la jornada de ayuno y oración que reunió a más de 100.000 personas en la plaza de San Pedro—ya advirtió de que “la guerra solo trae muerte” y hoy, durante el rezo dominical del Ángelus, acusó directamente: “Siempre queda la duda de si esta guerra de aquí o de allí es de verdad una guerra o una guerra comercial para vender armas o para incrementar su comercio ilegal”.
Como ya hiciera la víspera, el Papa alertó contra las excusas que utilizan algunos líderes mundiales para justificar el uso de la fuerza: “Elegir el bien comporta decir no al odio fratricida y a las mentiras que utiliza, a la violencia en todas sus formas, a la proliferación de las armas y a su comercio ilegal”. El sábado por la tarde, Jorge Mario Bergoglio llegó a la vigilia de la plaza de San Pedro andando, solo entre el gentío, y fue recibido por representantes de otras religiones –entre ellos numerosos musulmanes-- y por significados ateos que quisieron unirse a su causa por la paz. El Nobel Dario Fo, el seleccionador Cesare Prandelli, la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, o el alcalde izquierdista de Roma, Ignazio Marino, apoyaron con sus declaraciones o su presencia a cientos de jóvenes, unos creyentes y otros laicos, que bajo la columnata de Bernini mostraron su rechazo silencioso a las armas químicas de Bachar El Asad y a la respuesta militar que prepara Barack Obama.
“La guerra”, sostuvo el Papa, “siempre marca el fracaso de la paz y ello es siempre una derrota para la humanidad. El perdón, el diálogo y la reconciliación son las palabras de la paz, en la amada nación Siria, en Oriente Medio y en todo el mundo. Hay que tomar la decisión valiente de renunciar al mal y a sus seducciones y a escoger el bien. ¡Que termine de una vez el sonido de las armas!”.
“La verdadera paz nace del corazón del ser humano reconciliado con Dios y con sus hermanos”.
“La verdadera paz nace del corazón del
ser humano reconciliado con Dios y con sus hermanos”. Papa Francisco
Papa Francisco: la guerra es siempre una derrota para la humanidad
Ciudad
del Vaticano, 7 de septiembre (VIS).-Cien mil personas han acudido a la
Plaza de San Pedro respondiendo al llamamiento lanzado por el Papa
Francisco en el Ángelus del pasado domingo cuando convocó para hoy, 7 de
septiembre una jornada de ayuno y oración por la paz en Siria, en
Oriente Medio y en todo el mundo a la luz de las circunstancias
dramáticas que atraviesa Siria. Desde ese día han llovido las adhesiones
a una iniciativa que ha sido aplaudida no sólo por los católicos sino
por las otras confesiones cristianas, por los pertenecientes a otras
religiones, desde budistas a judíos y musulmanes y también por aquellos
que no pertenecen a religión alguna. Se han movilizado parroquias y
asociaciones, Caritas y la Comunidad de San Egidio, grupos de oración y
órdenes religiosas como las Carmelitas descalzas de Tierra Santa;
alcaldes y presidentes de autonomías regionales, organizaciones por la
paz, la cooperación y el desarrollo, sindicatos, etc... Al llamamiento
se ha adherido una larga lista de personalidades como el arquitecto
italiano Renzo Piano, el presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz
o el Gran Mufti de Siria, lider espiritual de los sunís que esta tarde
en Damasco ha invocado la paz en la mezquita de los Omeyas con los jefes
religiosos de su nación. En las iglesias católicas de todo el mundo,
desde Australia hasta Egipto, se ha elevado esta tarde una oración por
la paz.
Ya
desde esta mañana la Plaza estaba abarrotada de personas; entre ellas
eran numerosas las que querían confesar, a partir de las 17,45 con
alguno de los 50 sacerdotes instalados en el Brazo de Constantino y bajo
las columnatas, porque Francisco quería que en esta jornada estuvieran
presentes los confesores porque, “la verdadera paz nace del corazón del
ser humano reconciliado con Dios y con sus hermanos”. A las 18,30 se han
vuelto a leer las palabras que el Papa pronunció el pasado domingo como
introducción de la Vigilia que ha comenzado a las 19 con el saludo del
pontífice y el canto del “Veni Creator”, al que ha seguido la
entronización de la imagen de la Virgen como “Salus Populi Romani”,
llevada por cuatro Guardias Suizos.
El
Papa ha comenzado entonces el rezo del Rosario; cada misterio iba
acompañado por la lectura de una poesía de Santa Teresita del Niño Jesús
y al final se invocaba a María: “Reina de la Paz, ruega por nosotros.
Finalizado el rezo del rosario, el Santo Padre ha pronunciado la
siguiente homilía:
“Y
vio Dios que era bueno”.El relato bíblico de los orígenes del mundo y
de la humanidad nos dice que Dios mira la creación, casi como
contemplándola, y dice una y otra vez: Es buena. Nos introduce así en el
corazón de Dios y, de su interior, recibimos este mensaje. Podemos
preguntarnos: ¿Qué significado tienen estas palabras? ¿Qué nos dicen a
ti, a mí, a todos nosotros?”
“Nos
dicen simplemente que nuestro mundo, en el corazón y en la mente de
Dios, es “casa de armonía y de paz” y un lugar en el que todos pueden
encontrar su puesto y sentirse “en casa”, porque “es bueno”. Toda la
creación forma un conjunto armonioso, bueno, pero sobre todo los seres
humanos, hechos a imagen y semejanza de Dios, forman una sola familia,
en la que las relaciones están marcadas por una fraternidad real y no
sólo de palabra: el otro y la otra son el hermano y la hermana que hemos
de amar, y la relación con Dios, que es amor, fidelidad, bondad, se
refleja en todas las relaciones humanas y confiere armonía a toda la
creación. El mundo de Dios es un mundo en el que todos se sienten
responsables de todos, del bien de todos. Esta noche, en la reflexión,
con el ayuno, en la oración, cada uno de nosotros, todos, pensemos en lo
más profundo de nosotros mismos: ¿No es ése el mundo que yo deseo? ¿No
es ése el mundo que todos llevamos dentro del corazón? El mundo que
queremos ¿no es un mundo de armonía y de paz, dentro de nosotros mismos,
en la relación con los demás, en las familias, en las ciudades, en y
entre las naciones? Y la verdadera libertad para elegir el camino a
seguir en este mundo ¿no es precisamente aquella que está orientada al
bien de todos y guiada por el amor?”
“Pero
preguntémonos ahora: ¿Es ése el mundo en el que vivimos? La creación
conserva su belleza que nos llena de estupor, sigue siendo una obra
buena. Pero también hay “violencia, división, rivalidad, guerra”. Esto
se produce cuando el hombre, vértice de la creación, pierde de vista el
horizonte de belleza y de bondad, y se cierra en su propio egoísmo”.
“Cuando
el hombre piensa sólo en sí mismo, en sus propios intereses y se pone
en el centro, cuando se deja fascinar por los ídolos del dominio y del
poder, cuando se pone en el lugar de Dios, entonces altera todas las
relaciones, arruina todo; y abre la puerta a la violencia, a la
indiferencia, al enfrentamiento. Eso es exactamente lo que quiere
hacernos comprender el pasaje del Génesis en el que se narra el pecado
del ser humano: El hombre entra en conflicto consigo mismo, se da cuenta
de que está desnudo y se esconde porque tiene miedo tiene miedo de la
mirada de Dios; acusa a la mujer, que es carne de su carne; rompe la
armonía con la creación, llega incluso a levantar la mano contra el
hermano para matarlo. ¿Podemos decir que de la “armonía” se pasa a la
“desarmonía”? No, no existe la “desarmonía”: o hay armonía o se cae en
el caos, donde hay violencia, rivalidad, enfrentamiento, miedo”.
“Precisamente
en medio de este caos, Dios pregunta a la conciencia del hombre:
“¿Dónde está Abel, tu hermano?”. Y Caín responde: “No sé, ¿soy yo el
guardián de mi hermano?” Esta pregunta se dirige también a nosotros, y
también a nosotros nos hará bien preguntarnos: ¿Soy yo el guardián de mi
hermano? Sí, tú eres el guardián de tu hermano. Ser persona humana
significa ser guardianes los unos de los otros. Sin embargo, cuando se
pierde la armonía, se produce una metamorfosis: el hermano que
deberíamos proteger y amar se convierte en el adversario a combatir,
suprimir. ¡Cuánta violencia se genera en ese momento, cuántos
conflictos, cuántas guerras han jalonado nuestra historia! Basta ver el
sufrimiento de tantos hermanos y hermanas. No se trata de algo
coyuntural, sino que es verdad: en cada agresión y en cada guerra
hacemos renacer a Caín. ¡Todos nosotros! Y también hoy prolongamos esta
historia de enfrentamiento entre hermanos, también hoy levantamos la
mano contra quien es nuestro hermano. También hoy nos dejamos llevar por
los ídolos, por el egoísmo, por nuestros intereses; y esta actitud va a
más: hemos perfeccionado nuestras armas, nuestra conciencia se ha
adormecido, hemos hecho más sutiles nuestras razones para justificarnos.
Como si fuese algo normal, seguimos sembrando destrucción, dolor,
muerte. La violencia, la guerra traen sólo muerte, hablan de muerte. La
violencia y la guerra utilizan el lenguaje de la muerte”.
"Tras
el caos del Diluvio, dejó de llover, apareció el arcoiris y la paloma
trajo un ramo de olivo. Pienso también hoy en aquel olivo que los
representantes de las diferentes religiones plantamos en Buenos Aires,
en la Plaza de Mayo, en el año 2000, pidiendo que no haya más caos,
pidiendo que no haya más guerra, pidiendo paz".
“En estas circunstancias, me pregunto: ¿Es posible seguir el camino de la paz?
¿Podemos salir de esta espiral de dolor y de muerte? ¿Podemos aprender
de nuevo a caminar por las sendas de la paz? Invocando la ayuda de Dios,
bajo la mirada materna de la Salus populi romani, Reina de la paz,
quiero responder: Sí, es posible para todos. Esta noche me gustaría que
desde todas las partes de la tierra gritásemos: Sí, es posible para
todos. Más aún, quisiera que cada uno de nosotros, desde el más pequeño
hasta el más grande, incluidos aquellos que están llamados a gobernar
las naciones, dijese: Sí, queremos. Mi fe cristiana me lleva a mirar a
la Cruz. ¡Cómo quisiera que por un momento todos los hombres y las
mujeres de buena voluntad mirasen la Cruz! Allí se puede leer la
respuesta de Dios: allí, a la violencia no se ha respondido con
violencia, a la muerte no se ha respondido con el lenguaje de la muerte.
En el silencio de la Cruz calla el fragor de las armas y habla el
lenguaje de la reconciliación, del perdón, del diálogo, de la paz.
Quisiera pedir al Señor, esta noche, que nosotros cristianos, los
hermanos de las otras religiones, todos los hombres y mujeres de buena
voluntad gritasen con fuerza: ¡La violencia y la guerra nunca son camino
para la paz! Que cada uno mire dentro de su propia conciencia y escuche
la palabra que dice: Sal de tus intereses que atrofian tu corazón,
supera la indiferencia hacia el otro que hace insensible tu corazón,
vence tus razones de muerte y ábrete al diálogo, a la reconciliación;
mira el dolor de tu hermano y no añadas más dolor, detén tu mano,
reconstruye la armonía que se ha perdido; y esto no con la
confrontación, sino con el encuentro. ¡Que se acabe el sonido de las
armas! La guerra significa siempre el fracaso de la paz, es siempre una
derrota para la humanidad. Resuenen una vez más las palabras de Pablo
VI: “Nunca más los unos contra los otros; jamás, nunca más ¡Nunca más la
guerra! ¡Nunca más la guerra!”.”La Paz se afianza solamente con la paz;
la paz no separada de los deberes de la justicia, sino alimentada por
el propio sacrificio, por la clemencia, por la misericordia, por la
caridad”. Perdón, diálogo, reconciliación son las palabras de la paz: en
la amada nación siria, en Oriente Medio, en todo el mundo. Recemos por
la reconciliación y por la paz, contribuyamos a la reconciliación y a la
paz, y convirtámonos todos, en cualquier lugar donde nos encontremos,
en hombres y mujeres de reconciliación y de paz. Amén”.
Finalizada
la meditación del Pontífice, se ha guardado silencio mientras se
preparaba el altar para la exposición del Santísimo. Durante la
adoración se ha leído una lectura bíblica sobre el tema de la paz,
seguida de la oración de un Papa sobre ese mismo argumento,y de una
invocación responsorial para pedirla. Al final de cada uno de estos
momentos, cinco parejas de personas (en representación de Siria, Egipto,
Tierra Santa, Estados Unidos y Rusia) ofrecían incienso en el
incensario a la derecha del altar. La oferta iba acompañada de una serie
de invocaciones cuyo tema común era la paz, entre ellas “Señor que amas
la vida lleva a la paz allí donde se decide la suerte de las naciones” y
“Rompe con tu potencia creadora cualquier violencia contra la vida
humana”.
A
la adoración han seguido las lecturas, “en la forma más larga prevista
para una celebración de vigilia”; se ha leído el capítulo 20 del
Evangelio de San Juan. Después, alrededor de las 22,15 ha habido, hasta
las 22,40, un tiempo prolongado de silencio para la oración personal.
La
ceremonia, verdadera y propia, ha concluido con la bendición
eucarística que Francisco ha impartido a los presentes. Y hoy, el Papa
ha escrito a los 9 millones de personas que siguen su cuenta de tweet:
“Rezad por la paz”.
2 sept 2013
Papa Francisco: “¡No más guerras! ¡¡¡BRAVO, BRAVO, BRAVO!!!
El Pontífice convoca una jornada de oración mundial por la paz en Siria el próximo 7 de septiembre
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/01/actualidad/1378043426_421554.html
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/01/actualidad/1378043426_421554.html
“Queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz. Queremos que en nuestra sociedad destrozada por divisiones y por conflictos, estalle la paz. Nunca más la guerra”. El papa Francisco aprovechó el habitual Ángelus dominical para clamar contra la guerra en Siria. Encaramado a la ventana del Palacio Apostólico, bajo sus pies, la plaza de San Pedro estaba repleta de fieles. Casi gritaba, con los puños cerrados, la voz firme, aquella palabra ‘paz’ que seguía ripitiendo, como rezando un rosario. “He decidido convocar para toda la Iglesia el próximo 7 de septiembre, víspera de la Natividad de María, Reina de la Paz, una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero”, dijo Jorge Mario Bergoglio.
“Mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria y angustiado por los dramáticos desarrollos que se presentan", comentó en un Ángelus insólitamente largo y centrado en la actualidad, en el cual condenó el uso de armas químicas pero también la respuesta armada que están barajando EEUU y Francia . “¡Cuánto sufrimiento, cuánta devastación, cuánto dolor ha traído y trae el uso de las armas en aquel martirizado país, especialmente entre la población civil e inerme! ¡Pensemos en cuantos niños no podrán ver la luz del futuro!"
Con particular firmeza condenó el uso de las armas químicas: "Les digo que tengo aún fijas en la mente y en el corazón las imágenes terribles de los días pasados! ¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones al que no se puede escapar! Jamás el uso de la violencia lleva a la paz. ¡Guerra llama guerra, violencia llama violencia!”.
Una posición cristalina. No descontada, por su fuerza y detenimiento. En ella, quizás, ya se vislumbra alguna sugestión del nuevo secretario de Estado, el diplomático Pietro Parolin. El número dos del Vaticano empieza a trabajar el 15 de octubre, pero el anuncio de su nombramiento llegó justo ayer (sábado). La experiencia de Parolin en temas delicados como las relaciones entre la Iglesia y China, Vietnam o el Venezuela de Chávez, hace de él un hombre que va a devolver a la Santa Sede algo de centralidad en la comunidad internacional. Porque además de jefe espiritual —que insta a rezar por a paz— Jorge Mario Bergoglio es también jefe de un Estado, que dispone de un nutrido cuerpo diplomático, contactos y autoridad.
Con su discurso en la Plaza de San Pedro Francisco toma una posición clara como Papa y como hombre político. El Vaticano se coloca en el bando opuesto a el de EEUU y Francia. Condena a Assad y es contrario a la intervención militar en Siria. Y la condena con la ascendencia que le deriva no tanto de su dimensiones o poder temporal, sino de la influencia moral, aquel poder de disuasión que algunas veces contribuyó a calmar los ánimos en la historia: “Con toda mi fuerza, pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de su propia conciencia, que no se cierren en sus propios intereses, sino que miren al otro como un hermano y emprendan con coraje y con decisión la vía del encuentro y de la negociación, superando la ciega contraposición.
Con la misma fuerza exhortó también a la Comunidad Internacional a hacer todo esfuerzo para promover, sin ulterior demora, iniciativas claras por la paz en esa nación, basadas en el diálogo y en la negociación, por el bien de la entera población siria”.
El 7 de septiembre, en la Plaza de San Pedro, desde las 19.00 y hasta las 24.00, Francisco rezará con los fieles presentes. Millones de personas le seguirán en el mundo, no solo católicas: “invito a unirse a esta iniciativa -pidió - según el modo que considerarán más oportuno, a los hermanos cristianos no católicos, a los pertenecientes a las demás religiones y a los hombres de buena voluntad”. Mientras tanto, con su mensaje pone también en marcha una silenciosa maquinaria diplomática.
“Mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria y angustiado por los dramáticos desarrollos que se presentan", comentó en un Ángelus insólitamente largo y centrado en la actualidad, en el cual condenó el uso de armas químicas pero también la respuesta armada que están barajando EEUU y Francia . “¡Cuánto sufrimiento, cuánta devastación, cuánto dolor ha traído y trae el uso de las armas en aquel martirizado país, especialmente entre la población civil e inerme! ¡Pensemos en cuantos niños no podrán ver la luz del futuro!"
Con particular firmeza condenó el uso de las armas químicas: "Les digo que tengo aún fijas en la mente y en el corazón las imágenes terribles de los días pasados! ¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre nuestras acciones al que no se puede escapar! Jamás el uso de la violencia lleva a la paz. ¡Guerra llama guerra, violencia llama violencia!”.
Una posición cristalina. No descontada, por su fuerza y detenimiento. En ella, quizás, ya se vislumbra alguna sugestión del nuevo secretario de Estado, el diplomático Pietro Parolin. El número dos del Vaticano empieza a trabajar el 15 de octubre, pero el anuncio de su nombramiento llegó justo ayer (sábado). La experiencia de Parolin en temas delicados como las relaciones entre la Iglesia y China, Vietnam o el Venezuela de Chávez, hace de él un hombre que va a devolver a la Santa Sede algo de centralidad en la comunidad internacional. Porque además de jefe espiritual —que insta a rezar por a paz— Jorge Mario Bergoglio es también jefe de un Estado, que dispone de un nutrido cuerpo diplomático, contactos y autoridad.
Con su discurso en la Plaza de San Pedro Francisco toma una posición clara como Papa y como hombre político. El Vaticano se coloca en el bando opuesto a el de EEUU y Francia. Condena a Assad y es contrario a la intervención militar en Siria. Y la condena con la ascendencia que le deriva no tanto de su dimensiones o poder temporal, sino de la influencia moral, aquel poder de disuasión que algunas veces contribuyó a calmar los ánimos en la historia: “Con toda mi fuerza, pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de su propia conciencia, que no se cierren en sus propios intereses, sino que miren al otro como un hermano y emprendan con coraje y con decisión la vía del encuentro y de la negociación, superando la ciega contraposición.
Con la misma fuerza exhortó también a la Comunidad Internacional a hacer todo esfuerzo para promover, sin ulterior demora, iniciativas claras por la paz en esa nación, basadas en el diálogo y en la negociación, por el bien de la entera población siria”.
El 7 de septiembre, en la Plaza de San Pedro, desde las 19.00 y hasta las 24.00, Francisco rezará con los fieles presentes. Millones de personas le seguirán en el mundo, no solo católicas: “invito a unirse a esta iniciativa -pidió - según el modo que considerarán más oportuno, a los hermanos cristianos no católicos, a los pertenecientes a las demás religiones y a los hombres de buena voluntad”. Mientras tanto, con su mensaje pone también en marcha una silenciosa maquinaria diplomática.
30 jul 2013
4 jul 2013
El Papa Francisco I ya tiene su bicicleta oficial
La empresa alemana, Daimler, obsequia al pontífice con un nuevo vehículo
El nuevo papa sigue rompiendo todos los esquemas establecidos en el Vaticano: El argentino Francisco I se ha convertido en el primer papa que cuenta con un segundo automóvil. Ahora, el «papamóvil» estará acompañado de otro vehículo, una bicicleta.
En una audiencia privada el director ejecutivo de Daimler, Dieter Zetsche, entregó al papa las llaves de su nuevo «papamóvil» y aprovechó la ocasión para hacerle entrega de una bicicleta eléctrica.
La automotriz alemana lleva más de 80 años fabricando los vehículos oficiales de los papas, aseguró una portavoz, pero ésta es la primera vez que se hace entrefa de una bicicleta.
El nuevo papa es conocido por viajar en transporte público o en bicicleta en sus tiempos como cardenal. Lo que no está claro es si el papa podrá subir a esta flamante bicicleta con la túnica, pero ya es seguro que hará uso del papamóvil: según las fuentes, llevará el vehículo a Brasil en su primer viaje al exterior a fines de julio.
http://www.lavozdegalicia.es/
5 jun 2013
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