RUMI

Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.

20 oct 2010

Un panorama del caótico mundo del coaching


Resulta evidente que existe un caos ("estado abierto, amorfo, indefinido, confuso y desordenado", diccionario de la Real Academia Española) en el mercado del coaching. Reconocerlo es el primer paso para evitar que esta disciplina emergente, tarde o temprano, quede en el olvido...

Por Leonardo Ravier


El caos entre coaches


Coach 1
: "Hola, ¿así que te dedicas al coaching?"

Coach 2
: "Sí, me encanta mi profesión"

Coach 1
: "¿Y dónde estudiaste?"

Coach 2
: "¡Oh! Me formé en un curso de fin de semana en Estados Unidos, con un gurú del desarrollo personal... ¡Dos días grandiosos! Ya estoy listo para ayudar a los demás. ¿Y tú?"

Coach 1
: "Bueno, yo estudié dos años... y todavía no lo veo tan claro"

Este breve diálogo sirve para ilustrar el caos reinante entre los coaches.


Por un lado, están quienes se autodenominan "coach" porque entienden que son entrenadores con capacidad de ofrecer éxito a las personas, ya sea en el ámbito personal o el de los negocios.


También están quienes, tras haber asistido a algún curso de especialización en coaching, creen haber encontrado la panacea para todos los problemas y males del mundo.


Algunos renuevan sus antiguas profesiones bajo esta nueva etiqueta (sean consultores, asesores, formadores o terapeutas).


Otros creen que el coaching es meramente una herramienta y no tanto una disciplina autónoma.


Y también están los que, después de investigar un poco el mercado, vuelven decepcionados a su antigua profesión porque creen que el coaching no termina de consolidarse con seriedad.


Caos entre los coachees (clientes) y clientes potenciales


Cliente 1
: "¿Así que ustedes también contrataron un coach?"

Cliente 2
: "Sí, está muy bien. Nos está asesorando a mí y a mi equipo de trabajo. Ya en la primera sesión, nos ofreció cinco tips altamente eficientes para conseguir nuestros objetivos. Estamos muy entusiasmados. ¿Cómo fue tu experiencia?"

Cliente 3:
"Bueno, yo llevo varias sesiones y mi coach se niega a darme consejos, ni tips, ni nada, porque acordamos, desde el principio, que yo no le pagaría para eso, sino más bien para ayudarme a clarificar, organizar y actuar más eficientemente en relación a mis metas y contextos particulares. ¿Y tú? ¿Cuántas sesiones llevas?"

Cliente 1
: "¿Yo? Con una sesión fue suficiente para darme cuenta que estaba perdiendo el tiempo. Para reflexionar ya existen psicólogos profesionales. Y para resolver un problema laboral me busco un consultor, y listo. Para mí, esto del coaching es pura moda con fecha de caducidad.

En este breve diálogo observamos que, al igual que existe un caos entre coaches, también es confusa la situación entre los clientes.

Están los que buscan "nuevos aires" de asesoramiento; quienes prefieren contratar un coach antes que reconocer que precisan de ayuda psicológica; quienes buscan potenciar su auto-aprendizaje; y quienes creen que detrás hay solo "humo" (vacío y cargado de vanidad).


Caos y coaching


Aunque irónicos, los diálogos muestran una realidad innegable:


1)
Existen coaches con backgrounds muy diferentes

2)
La capacitación en coaching es muy diversa

Existen diversas líneas de coaching, diferentes plazos de capacitación, distintos trasfondos o fundamentaciones teóricas y profundas divergencias en la práctica real.


3)
Los clientes se acercan con diferentes ideas respecto del coaching, y con objetivos que no siempre se ajustan a lo que la profesión puede ofrecer

Si interrelacionamos la realidad de la oferta de coaches junto a la realidad de la demanda por parte de los coachees (cliente), se hace patente el caos actual dentro del mercado de esta nueva disciplina.


Un panorama del mercado


Si bien es evidente el caos en que se encuentra actualmente el coaching, lo cierto es que no se trata de una disciplina novedosa. De hecho, ya lleva prácticamente 30 años en el mercado.


Y, en los últimos tiempos, el negocio ha experimentado un gran crecimiento. En 2007, los 30.000 coaches de todo el mundo registraban ingresos por
1.500 millones de dólares.

Además de un creciente número de empresas en el rubro y escuelas de coaching, existen organizaciones autorreguladoras internacionales que siguen creciendo desde que han nacido (
ICF, IAC, WABC, entre otras); universidades y escuelas de negocios (algunas de ellas de gran prestigio) que están ofreciendo cursos o titulaciones en esta disciplina (Oxford, ESADE, IESE, UFV, entre otras); algunas revistas académicas (IJEBCM, IJCO, IJMC-EMCC, Coaching AIJTRP) y de difusión del coaching (Choice); softwares específicos para gestión de clientes de coaches (Coaches Console, Coach Track); y varios organismos, fundaciones y Think Tanks (The Foundation Of Coaching, The International Coaching Research Forum, The Coaching Commons, GCC, entre otros) que están trabajando diariamente para comprender la realidad del coaching, y clarificar y ordenar el caos actual.

Nuestra intención, con esta pequeña introducción, es ofrecer al lector una interpretación que procure explicar el por qué de esta extraña relación entre el caos y la creciente actividad del coaching a nivel internacional, así como sus defectos, virtudes, ventajas y desventajas.




Leonardo Ravier

Doctorando y Master Oficial en Economía (URJC), PDG (UEM). Master Certified Coach (ICF). Autor del libro “Arte y Ciencia del Coaching: Su historia, filosofía y esencia”. Presidente honorario de Coaching Corporation Desarrollo Humano S.L. www.leoravier.com


Fuente:
MATERIABIZ