Tú puedes aportar luz
En los tiempos que vivimos, la actividad diaria es muy intensa. Vamos y venimos sin parar para poder cumplir así con las obligaciones que nos hemos creado.
Los accidentes suceden. Algunos son simples sustos , otros van mas allá...
Sea cual fuere su gravedad, en caso de accidente siempre hay , al menos un momento de miedo, pánico y oscuridad. Cuando esto sucede, otras personas cercanas al lugar, sin poderlo evitar se envolucran emocionalmente convirtiéndo el momento en confusión general.
Quien mas y quien menos nos sentimos trastornados ante la posible gravedad y sin querer transmitimos miedo, pena y confusión, colaborando con esa oscuridad.
Es aquí donde debemos cambiar. Inmediatamente después del susto inicial, hay que reponerse lo antes posible y enviar al o los desafortunados luz, amor, esperanza y bienestar. Es lo que mas necesitan y en ese momento, lo único que les va a aliviar. Cuanta mas luz enviemos, mas su espíritu lo agradecerá.
Habrá otros muchos que sin querer enviarán confusión y malestar, por eso es muy importante que los que podamos, pensemos en luz, esperanza y tranquilidad.
Un simple rayo de luz, cuanto mas fuerte y luminoso mejor, y el deseo con toda nuestra alma que esas personas se vayan a recuperar o encontrar su camino hacia la paz.
Articulo de Loreto Alonso-Alegre Arana.
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