RUMI

Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.

31 dic 2012

Meditación y cerebro

“Lo que para mí es más fascinante es la sugerencia de que la práctica de la
meditación puede cambiar la materia gris de cualquiera”.

Desde hace tiempo se tenía conocimiento de que la meditación es capaz de
modificar los patrones cerebrales mientras la persona está en reposo, lo cual
deja entrever que es capaz de producir cambios de larga duración, pero todo
parece indicar que la cosa va más allá: la meditación podría tener impacto
también sobre el grosor de la corteza cerebral

Un estudio publicado en NeuroReport y en el que participaron científicos de
Yale, Harvard, el Hospital General de Massachusetts (MGH) y el Instituto
Tecnológico de Massaschusetts (MIT) dice que la meditación perceptual produjo
cambios en áreas del cerebro que son importantes para el procesamiento
sensorial, cognitivo y emocional.

El estudio fue encabezado por Sara Lazar, del MGH.

Jeremy Gray, profesor asistente de psicología en la Universidad de Yale, dijo
que a pesar de que el estudio sólo incluyó a 20 participantes bien capacitados
en meditación perceptual budista, los hallazgos son importantes por lo que
sugieren.

“Lo que para mí es más fascinante es la sugerencia de que la práctica de la
meditación puede cambiar la materia gris de cualquiera”, dijo Gray. “Los
participantes del estudio eran personas con empleos y familias. Se limitaban a
meditar en promedio 40 minutos al día, o sea que no tienes que ser un monje”
para obtener efectos visibles.

Los investigadores usaron equipo generador de imágenes a partir de resonancia
magnética nuclear, y observaron que el hábito de meditar está asociado con un
grosor mayor en un subconjunto de regiones de la corteza cerebral, en particular
las regiones asociadas a la percepción sensorial, auditiva y visual, pero
también a la percepción interna, la que permite captar el latido cardiaco y la
respiración.

Además de lo anterior, los científicos hallaron que el hábito de meditar también
hace más lento el adelgazamiento de la corteza cerebral frontal asociado con la
edad.

“La mayoría de las regiones identificadas en este estudio se hallaron en el
hemisferio derecho”, dijeron los investigadores. “El hemisferio derecho es
esencial para mantener la atención, una práctica fundamental de la meditación
perceptual”.

Los investigadores dijeron que es muy probable que otras formas de yoga y de
meditación tengan impactos parecidos sobre la estructura de la corteza cerebral.
Como es natural, también es probable que cada tradición produzca su propio
patrón de engrosamiento cortical dependiendo de qué ejercicios mentales estén
implicados.

Redacción
Milenio Diario 11-noviembre-05