RUMI

Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.

18 jun 2013

Manipular no es amar

CÓMO GANAR AMIGOS E INFLUIR SOBRE LAS PERSONAS EN LA ERA DIGITAL






http://www.socialanxietysupport.com/forum/f24/how-to-win-friends-and-influence-people-119902/

http://www.22ideastreet.com/blog/2009/01/06/review-how-to-win-friends-and-influence-people/

Según el guía del PATHWORK:

"En la medida en que alguien siente la necesidad de manipular, lo cual no es más que una medida de protección inconsciente, el amor verdadero no puede existir. Los dos elementos son mutuamente excluyentes. La pseudo-necesidad de manipulación, si la examinamos, surge de un miedo egocéntrico y de un exceso de precaución que impide soltarlos sentimientos y sentir. La manipulación prohíbe el amor, aun cuando pueda existir algo de amor verdadero.

Si el amor es mayor que la deformación, logrará sobreponérsele y entonces la relación será menos problemática. La disolución de las áreas problemáticas sólo puede darse a partir de la comprensión para que florezca el amor. Pero ahí en donde privan la oscuridad, la confusión y la negativa a enfrentar la realidad interior de la propia psique, el amor no puede surgir. El hecho de que ames no disuelve inmediatamente todas las corrientes negativas y las deformaciones, los conflictos y temores, ni las medidas defensivas inconscientes y las manipulaciones. No es así de sencillo.

Tu capacidad de relacionarte de hecho es algo fácil de medir: tu vida exterior te da muchas claves si logras entenderlas. Si una relación es problemática, eso significa que existen deformaciones o distorsiones en ambas partes. Se culpan uno al otro o uno de los dos se reprocha a sí mismo por los problemas de la relación. Toma cierto tiempo y entendimiento el reconocer que un mal no elimina otro, que todos los involucrados son responsables de todos los problemas de la relación. Alcanzar esa claridad siempre tiene un efecto liberador simplemente porque es algo que parte de la verdad más profunda de lo que está ocurriendo en esa relación. La verdad nos libera de la culpa y de la necesidad de acusar, culpar y juzgar.

A veces nos parece que es más fácil relacionarse con alguien que no sea muy cercano, ya que en estas relaciones superficiales uno se puede volver menos crítico. Una verdadera relación implica compromiso, y eso no quiere decir que solo haya que estar atentos a los aspectos y corrientes negativas. El compromiso significa que todo tu ser está en juego. Una relación de compromiso profundo tiende a sufrir fricciones porque dentro de ambas personas existen innumerables áreas de problemas desconocidos y sin resolver. Si estos conflictos se enfrentan con una actitud constructiva, cada problema resuelto se pude convertir en un punto de arranque para seguir creciendo y avanzando.
Es irrealista pensar que sólo se deban tener relaciones así de profundas, pero uno debe procurar tener varias relaciones, cada una diferente, si de verdad quiere que su vida sea dinámica y fructífera.
Las expectativas inconscientes, los reclamos y las exigencias producen desastres en las relaciones. Esto no significa que todas las expectativas sean algo equivocado, sino que al actuar bajo la mesa causan mucha tensión y las expectativas de uno pueden chocar con las expectativas del otro.
Por otra parte, algunas exigencias pueden ser irracionales y estar injustificadas, esto sólo puede verse cuando estas expectativas se vuelven conscientes. Incluso las expectativas justificadas pueden causar problemas si no las reconocemos a nivel consciente."

Según el guía del PATHWORK:

"En la medida en que alguien siente la necesidad de manipular, lo cual no es más que una medida de protección inconsciente, el amor verdadero no puede existir. Los dos elementos son mutuamente excluyentes. La pseudo-necesidad de manipulación, si la examinamos, surge de un miedo egocéntrico y de un exceso de precaución que impide soltarlos sentimientos y sentir. La manipulación prohíbe el amor, aun cuando pueda existir algo de amor verdadero.

Si el amor es mayor que la deformación, logrará sobreponérsele y entonces la relación será menos problemática. La disolución de las áreas problemáticas sólo puede darse a partir de la comprensión para que florezca el amor. Pero ahí en donde privan la oscuridad, la confusión y la negativa a enfrentar la realidad interior de la propia psique, el amor no puede surgir. El hecho de que ames no disuelve inmediatamente todas las corrientes negativas y las deformaciones, los conflictos y temores, ni las medidas defensivas inconscientes y las manipulaciones. No es así de sencillo.

Tu capacidad de relacionarte de hecho es algo fácil de medir: tu vida exterior te da muchas claves si logras entenderlas. Si una relación es problemática, eso significa que existen deformaciones o distorsiones en ambas partes. Se culpan uno al otro o uno de los dos se reprocha a sí mismo por los problemas de la relación. Toma cierto tiempo y entendimiento el reconocer que un mal no elimina otro, que todos los involucrados son responsables de todos los problemas de la relación. Alcanzar esa claridad siempre tiene un efecto liberador simplemente porque es algo que parte de la verdad más profunda de lo que está ocurriendo en esa relación. La verdad nos libera de la culpa y de la necesidad de acusar, culpar y juzgar.

A veces nos parece que es más fácil relacionarse con alguien que no sea muy cercano, ya que en estas relaciones superficiales uno se puede volver menos crítico. Una verdadera relación implica compromiso, y eso no quiere decir que solo haya que estar atentos a los aspectos y corrientes negativas. El compromiso significa que todo tu ser está en juego. Una relación de compromiso profundo tiende a sufrir fricciones porque dentro de ambas personas existen innumerables áreas de problemas desconocidos y sin resolver. Si estos conflictos se enfrentan con una actitud constructiva, cada problema resuelto se pude convertir en un punto de arranque para seguir creciendo y avanzando.
Es irrealista pensar que sólo se deban tener relaciones así de profundas, pero uno debe procurar tener varias relaciones, cada una diferente, si de verdad quiere que su vida sea dinámica y fructífera.
Las expectativas inconscientes, los reclamos y las exigencias producen desastres en las relaciones. Esto no significa que todas las expectativas sean algo equivocado, sino que al actuar bajo la mesa causan mucha tensión y las expectativas de uno pueden chocar con las expectativas del otro.
Por otra parte, algunas exigencias pueden ser irracionales y estar injustificadas, esto sólo puede verse cuando estas expectativas se vuelven conscientes. Incluso las expectativas justificadas pueden causar problemas si no las reconocemos a nivel consciente."

Existe el enojo sano. En una vida bien integrada ocasionalmente debe expresarse un enojo sano. El enojo sano no crea falta de armonía interior. Ignorar o negar este hecho es un gran malentendido. La negación viene de mantener juntas artificialmente las propias fuerzas internas y de superponer una bondad falsa. Es una creencia errónea, nacida del miedo y de la obediencia, que en una persona evolucionada espiritualmente de verdad nunca surja el enojo ocasional.
En el reino humano, el enojo sano es una necesidad. Sin enojo, no habría justicia ni
progreso. Las fuerzas destructivas tomarían el mando. Permitir que esto suceda es
debilidad, no amor; es miedo, no bondad; es conciliar con el abuso y alentarlo, no vivir
constructivamente. Destruye la armonía en lugar de hacerla crecer. Destruye el
crecimiento sano.
El enojo puede ser una reacción ocasional tan sana y necesaria como lo es el amor.
Forma parte del amor. El enojo también viene espontáneamente, no puede ser forzado.
Tratar de forzar o de negar cualquier emoción lleva al autoengaño, el cual podrá
entonces tomar la forma de simular que el enojo malsano es la versión sana.
No es la causa lo que puede determinar si la emoción evocada es un enojo sano o malsano. La causa podrá justificar enteramente un enojo real, genuino y sano que no hace falta decirlo, en este caso, sería constructivo. Sin embargo, el enojo experimentado podrá ser del tipo malsano a causa de los problemas no resueltos de la personalidad, su
inseguridad, sus culpas y dudas, sus incertidumbres y contradicciones. El
asunto en sí mismo podrá ameritar un enojo justificado, pero un individuo podrá ser incapaz de expresar ese tipo de enojo.
En la medida en que un individuo sea capaz de experimentar y expresar amor real, será
capaz de manifestar un enojo constructivo y sano. Tanto el amor real como el enojo real
vienen del yo interior. Absolutamente todos los sentimientos reales son sanos y
constructivos y hacen avanzar el crecimiento en uno mismo y en los demás. Los
sentimientos reales no pueden ser forzados, ordenados o superpuestos. Son una
expresión espontánea que sucede como un resultado orgánico y natural de la
confrontación con uno mismo.
El enojo sano no se manifiesta necesariamente en violencia física. La
expresión de las emociones negativas, aun cuando no sean sanas, no necesita en lo
más mínimo llevar a actos destructivos, ya sea físicos o de otro tipo
La psique interna teme que el reconocimiento de las emociones negativas habrá de conducir a actuarlas necesariamente. No es así. Por el contrario, sólo cuando eres plenamente consciente, eres libre de elegir si actuar o no, cómo y cuándo, o de expresar cualquier emoción.
Cuando no te das cuenta de lo que sientes realmente y porqué lo sientes, eres impulsado constantemente por compulsiones de todo tipo que no puedes entender y sufres a causa de ello. Una compulsión es el resultado directo de sentimientos y condiciones que son inconscientes y que no son reconocidos. Cuánto más te conoces, más estás en control de ti mismo.
No tienes por qué obedecer a la creencia atemorizante que dice: “No puedo mirarme con franqueza porque entonces puede ser que tenga que dejar salir estos impulsos indeseables y dañar a otros, y por lo tanto, en última instancia, dañarme a mí mismo.” Esta reacción vaga también se debe traer a la superficie para disiparla y volverla inofensiva.
Por favor, repitan esto en su meditación diaria: “Darme cuenta de lo que
siento, por indeseable que pueda ser esto, me hará libre. Podré elegir mis acciones sólo
en la medida en que sea consciente. Si elijo expresar verbalmente estos sentimientos
cuando hay un buen propósito, como por ejemplo con alguien de confianza, lo haré. Si siento que tal expresión puede deteriorar una relación no lo haré, pero lo retendré a sabiendas y sin autoengaño.“ Tal meditación fortalecerá el conocimiento y finalmente penetrará las capas más escondidas y resistentes de tu psique.
Es algo completamente equivocado asumir que la toma de conciencia del enojo y aun
su expresión verbal dan por resultado violencia física o cualquier otra forma de
destrucción ya sea que el enojo sea sano o malsano. El enojo sano, dado que viene
del yo real, sabe exactamente qué hacer y cuándo, para cumplir con los requerimientos
del momento.
PREGUNTA: ¿Qué pasa con las personas que son perseguidas violentamen
te? ¿Cuál
debería ser su actitud?
RESPUESTA: El instinto de autoconservación con toda certeza los hará pelear y
defenderse ante tal suceso, ya sea contraatacando o huyendo. Cuanto más sana sea la
totalidad de la personalidad, con más certeza funcionará es
te instinto al elegir la defensa correcta en el momento correcto. Esto, nuevamente, no es una consideración intelectual sino, como siempre, una manifestación espontánea del yo real. Si es necesario, tal contraataque y defensa también será físico.
PREGUNTA: Con respecto a la expresión del enojo, lo encuentro insoportable.
RESPUESTA: A veces no es aconsejable, a veces es aconsejable. Lo que quiero decir
es esto: Cuando eres consciente, tienes la elección; cuando no eres consciente, no
tienes la elección. Cuanto más te das cuenta de la posibilidad de poder elegir, más libertad ganas y menos sientes o piensas que te refrenas a causa de las demandas
externas o la autoridad externa. Con la conciencia de que estás haciendo una elección
libre, la rebelión contra el hecho de refrenarte se vuelve superflua. Hay una gran
diferencia entre refrenarte a causa de las demandas del mundo externo o porque lo
eliges con tu propio libre albedrío. Por paradójico que pueda parecer, nuevamente,
cuanto más eliges refrenartevoluntariamente, con un razonamiento alerta y una
motivación constructiva, más libre te vuelves. No es, como podría suponerse, que
cuanto menos se refrena, más libre es una persona. Cuanto más directamente te des cuenta de lo que sientes en realidad, y lo expreses si eliges hacerlo, menos te enredarás en desvíos y evasiones. El arte y la meta de este camino de evolución es llegar directamente al núcleo de los sentimientos o las reacciones de uno, y entender por este medio su verdadero significado. Si tu meta es la perfección ya terminada, todavía te encuentras atrapado en el perfeccionismo, lo cual obstaculiza tu progreso. Pero si saber qué es lo que sientes realmente en este momento se vuelve tu meta, entonces tienes una meta realista que conduce a la liberación instantánea, a la verdad, a la armonía y al progreso dinámico.
Nuevamente, una contradicción aparente: cuanto más vas al lugar exacto de cualquier
cosa que sea la verdad ahora, más creces hacia la perfección real. Cuanto más te
esfuerzas por alejarte de lo que sientes y piensas ahora, en un intento de ser más de lo
que eres en este instante, cualquiera cosa que sea, menos creces hacia tu meta de
perfección alcanzada gradualmente. Estas palabras también deberían ser usadas en la
meditación diaria porque son una clave para todos ustedes.
PREGUNTA: ¿Qué pasa con el reverso de lo que acabas de decir? ¿Qué pasa con la
persona que tiene miedo o es demasiado insegura como para mostrar un enojo
justificado? ¿Qué le está sucediendo al amor en esta situación?
RESPUESTA: Ésta es un pregunta muy buena. Donde haya miedo de expresar un
enojo justificado, en esa medida debe haber miedo de amar. Por detrás de ambos
miedos hay confusión, concepciones erróneas e ilusión. Estas heridas y estos dolores
interpretados erróneamente son los responsables de todo lo que, dentro de ti, obstruye las manifestaciones del yo real: el fluir del amor genuino como opuesto al amor superpuesto y la capacidad de expresar un enojo sano como opuesto a un enojo distorsionado y torturado. Cuando la inseguridad hace que una persona sea demasiado ansiosa como para expresar un enojo justificado, ese individuo todavía es incapaz de sentir un enojo sano. Cuando el asunto justifica el enojo, la inseguridad causa sentimientos conflictivos.
El enojo sano te hace más fuerte, el enojo distorsionado te hace más débil. El amor
sano abarca todo y cuanto más das desde ti mismo, más te enriquece. El amor
enfermizo, distorsionado y falso empobrece y genera conflictos entre los intereses
propios y los intereses de los demás. Viene de la dualidad y la incrementa; siempre
opone lo bueno a lo malo. El amor que no es genuino siempre está conectado con la
autocompasión, el resentimiento, la hostilidad y el conflicto. Siempre está en él el
sentimiento de: “Debo amar, por lo tanto, pienso que amo; sin embargo, no quiero amar porque entonces se aprovecharán de mí. Dado que debo amar y no quiero hacerlo, me siento culpable y soy malo.” Cuando sientes de este modo, no puedes expresar un enojo sano. Es disipado en su fuente misma porque dudas de tu derecho a sentir enojo ya que no te atreves a amar.
Si continúas luchando y encontrando la expresión correcta de tus sentimientos en el
ahora, habrás de experimentar la belleza del universo, la verdad de ser que no conoce
conflicto. Esa verdad combina amar con recibir toda tu parte de felicidad en vez de
hacer que el amor y la felicidad se excluyan mutuamente, como parece inevitable
cuando intentas amar por medio de la buena voluntad externa. Sin embargo, cuan
do uses la buena voluntad externa para reconocer que detrás de tu intento de amar hay
una falta de amor nacida del miedo, de las heridas y de la ilusión, entonces tomando el
camino de descubrir cuáles son esas ilusiones que te apartan de la verdad, habrás de llegar finalmente al amor real, a tu yo real, la expresión genuina de todo lo que sientes y eres lo cual será bueno y correcto. (Conferencia nº 133).

Fijaos en las imágenes que se proyectan en la pantalla dentrás de los interlocutores en este debate sobre la violencia:


"En los años que llevo participando en la maravillosa experiencia de asesorar a guionistas, me he encontrado constantemente con guiones cinematográficos que intentan perpetuar historias aterradoras. Si miramos la cartelera cinematográfica, nos vamos a encontrar con que la mayoría de las películas afirman que los seres humanos somos vulnerables, que las causas justas nunca triunfan, que el amor no existe, que la muerte y el dolor son nuestro destino, que en el mundo no hay nadie en quien podamos confiar, que la traición está a la vuelta de la esquina y la tragedia a punto de tocar en nuestra puerta. ¿Les suena familiar? ¿Será porque las películas son un reflejo de nuestra realidad o porque nuestras vida reproduce lo que se ve en las películas? ¿Quién es el verdadero creador? ¿El verdadero cineasta?
Lo que es innegable es que hay una correspondencia directa entre lo que vemos, lo que pensamos, lo que sentimos y lo que somos."