http://www.youtube.com/watch?v=U3NgzQ9Pcsg&feature=fvw
Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntó para visitar a su antiguo profesor. Pronto la charla devino en quejas acerca del interminable estrés que les producía el trabajo y la vida en general. El profesor les ofreció café, fue a la cocina y pronto regresó con una cafetera grande y una selección de tazas de lo más ecléctica: de porcelana, plástico, vidrio, cristal unas sencillas y baratas, otras decoradas, unas caras, otras realmente exquisitas...
Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco del café recién preparado. Cuando lo hubieron hecho, el viejo maestro se aclaró la garganta y con mucha calma y paciencia se dirigió al grupo:
'Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían bonitas se terminaron primero y quedaron para los últimos las más sencillas y baratas; lo que es natural, ya que todos preferimos lo mejor para nosotros mismos. Sin embargo esta situación puede ser la causa de muchos de vuestros problemas relativos al estrés."
Continuó:
'La taza no le añadió calidad al café, pero instintivamente buscaron las mejores dado que ese es el mensaje de nuestra cultura y después se pusieron a comparar vuestras tazas con la de los demás y aquí tenemos otra posible causa de vuestro estrés.
Ahora piensen en esto:
La vida es el café. Las cosas materiales son meras tazas, que le dan soporte a tu vida y el tipo de taza que tengamos no puede definir la vida que llevamos. A menudo, por concentrarnos más en la taza dejamos de disfrutar el café.
Ahora, ¡Disfruten su café! y sigamos conversando sobre el estrés.