Una persona me decía: “soy psicóloga infantil y no he podido conseguir un trabajo donde pueda desempeñarme como tal. Trabajo en un colegio en otras tareas diferentes a las de mi profesión y no me han dado la oportunidad. Mi deseo es poder desenvolverme en mi profesión y lo que realmente me gusta”. Si no tuvieras ningún impedimento... ¿Qué es lo que más te gustaría hacer? ¿Qué significa para ti desenvolverte en tu profesión (o en lo que sea que quieras hacer)? ¿Cómo te lo imaginas? ¿Cómo sería trabajar en lo que más te gusta? Escribe las respuestas sin pensar en nada más que tu deseo y cómo te imaginas haciéndolo, viviéndolo, experimentándolo. Recrea esa escena en tu mente y escríbela. Exprésala (escribiendo) “limpiamente” eliminando todo impedimento de temor, prejuicio o cualquier “basurita” mental que amenace con ensuciarla y tirarla abajo. Resérva tus observaciones y guárdalas en un lugar seguro. Este trabajo es íntimo, no lo compartas por ahora con nadie por favor. Tienes que eliminar cualquier posibilidad de que algún comentario del exterior (ya sea de algún familiar o no) pueda sabotear tus nobles deseos. ¡Crea tú mismo la oportunidad! ¡Ponte en acción! ¡Valórate! ¡Date tú el permiso! Estamos acostumbrados a pensar que lo que queremos “se va a dar” o “Dios nos lo enviará”, “Mi jefe debería motivarme así yo...”, “El país no nos da oportunidades, por eso yo ahora no podría...”. Partiendo de este discurso, permanecemos en una emoción de esperanza que lo único que logra es mantenernos estancados ya que sólo esperamos y esperamos y esperamos y ¡no hacemos nada para avanzar! ¡No tomamos ACCIÓN! Si te sientes identificado con este comportamiento te digo: Este tipo de esperanza no te ayuda, sino te paraliza. ¿Y si en lugar de vivir -sólo esperando- te pusieras a trabajar, te pusieras en acción hacia tu objetivo? ¿Qué pasaría? Cosas maravillosas ocurrirían, te lo puedo asegurar. Declara entonces: ¿Qué nuevas oportunidades se podrían abrir para mí? ¿Cómo puedes simplificar más tu vida para hacerte tiempo y lograr más rápidamente lo que quieres? ¿Qué virtudes tuyas puedes poner en acción? ¿Qué recursos externos puedes conseguir que te ayuden? ¿A quiénes puedes pedir ayuda? ¿A quiénes puedes llamar y pedir más información? ¿Cuáles son las primeras 3 acciones que puedes llevar a cabo para despejar el camino hacia tu meta? Si tú no te pones en acción querido lector, la "magia" no ocurrirá. En el juego de la vida, no puedes elegir las cartas que te van a tocar en la baraja azarosa (las circunstancias de la vida), pero sí puedes elegir cómo jugar esas cartas... © 2006-2011 Ana Cecilia Vera. Todos los Derechos Reservados. Sobre Ana: |
RUMI
Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.
14 abr 2011
Libérate del miedo al qué diran
Libérate del miedo al que dirán, date el permiso y comienza a crear posibilidades en lugar de esperarlas