RUMI

Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.

3 jun 2011

Interesante la opinión del Rector de la UNED sobre el Movimiento 15 de mayo

http://blogrector.blogspot.com/2011/05/la-agradable-sorpresa-del-15m.html#comments

La agradable sorpresa del 15M


El movimiento espontáneo de miles de jóvenes saliendo a la calle a manifestar su descontento es una buena noticia. Creo que nada hay peor para una sociedad que una juventud adormecida, que una ciudadanía sin conciencia crítica.

El descontento general, no solo con la situación económica sino, sobre todo, con las insatisfactorias respuestas de la clase política, tenía que hacer brotar algún día manifestaciones de rebeldía. Hay que reconocer que estas concentraciones están siendo, por ahora, absolutamente ejemplares en su comportamiento maduro, ordenado, cívico y pacífico. ¡Enhorabuena también por ello!

Creo que los españoles han dado muestras sobradas de aceptación solidaria y responsable de las situaciones adversas. Y si la economía va mal, la gran mayoría ha aceptado medidas de austeridad y sacrificios, y se ha arrimado el hombro cuanto ha hecho falta.

Pero la indignación se alimenta de las respuestas erróneas, del sometimiento a unos designios externos que están imponiendo salidas a la crisis marcadamente conservadoras y antisociales. Los mismos errores que en su tiempo cometió el FMI con los países más atrasados, se repiten ahora con nuestras economías. El objetivo parece más desmantelar el Estado que solucionar los problemas sociales.

La sensación ciudadana es que buena parte de nuestros políticos se han convertido en profesionales cuyo objetivo fundamental es mantener una estructura partidaria, encerrada en sí misma, alejada del sentir colectivo, comprensiva con los errores y corruptelas de unos y de otros. La distancia entre la calle y la política oficial corre peligro de ser abismal. Y ello es caldo de cultivo para los populismos y los fascismos, como estamos viendo en algunos países de nuestro entorno.

Por ello, debemos hacer todos nuestro el lema de ¡democracia real, ya! Sin que ello suponga aceptar la demagogia que intente desacreditar lo que tenemos y tanto costó construir. Pero es necesaria una revisión en profundidad de nuestro sistema electoral, de la estructura y financiación de los partidos, de los mecanismos de participación…

Una democracia más activa y permeable facilitará soluciones a los graves problemas que tenemos más compartidas, más debatidas, más equitativas, más eficaces.

Los movimientos espontáneos es difícil que cuajen en algo consistente. Tenemos el recuerdo de otro mayo hace tres décadas. Pero haría mal la clase política en no prestar atención a este grito. Si no lo hace, acabará pagándolo. Acabaremos pagándolo todos.