El amor, al tope de los sufrimientos
               El psicólogo Walter Riso insta a educar a la mente para que "piense bien", de modo de transformar ese hábito en bienestar
Loreley Gaffoglio
LA NACION
               A simple vista, el postulado puede parecer hasta  ramplón: "Quien piensa bien, se siente bien. Quien piensa mal, se siente  mal". Pero ese epítome de la psicología cognitiva suma cada vez un  mayor aval científico y hoy goza de una adhesión inusitada en el país y  en hispanoamérica, empujada por su principal divulgador, el psicólogo  cognitivo Walter Riso.
               El axioma no se refiere a la "imposición" de pensar  positivamente o de forma esperanzada, sino a pensar sin distorsiones.  Poder comprender cómo la mente procesa la información que recibe para,  antes de actuar, sopesarla desde un plafón bien racional, sin por ello  marginar a la emoción.
               En otras palabras, se trata de abrazar la  metacognición  : pensar sobre lo que pensamos, ya que ello determina el comportamiento y bienestar humanos.
               Y pensar sobre lo que pensamos incluye la elección de  la pareja. Tanto es así que hoy -según Riso- el amor encabeza el ranking  de los sufrimientos.
               Así lo explica a LA NACION el especialista en su  reciente visita al país. Terapeuta de la disciplina racional-emotiva e  investigador del área cognitiva del comportamiento, Riso vive entre  Barcelona y Medellín y es, además, un infatigable hacedor de  best sellers   . Lleva publicados más de una veintena de títulos, de divulgación y  académicos, vinculados entre sí: el hilo conductor es lo que acuñó como  "malestares y adicciones posmodernos" y así indaga en una ristra de  comportamientos perjudiciales.
               Entre ellos, la dependencia emocional y las conductas  compulsivas, el analfabetismo amoroso y los fracasos afectivos seriales,  la rigidez mental y la inadaptabilidad a una era de cambios constantes.  Además, la prevalencia del combo ansiedad-depresión motivado, en parte,  por las distorsiones del pensamiento y por expectativas irracionales,  de resultados extraordinarios obtenidos con rapidez ultrasónica.
               Esos "desvíos" sumados y anquilosados en la psiquis  sumergen hasta a un 30 por ciento de la población en diversos cuadros  depresivos y ansiosos, en los cuales la  diátesis  (la  predisposición y vulnerabilidad del individuo) es cada vez mayor,  según  afirma Riso. Pero advierte que las versiones más severas de esas  patologías afectan a un porcentaje menor: el 4% de las personas.
               "El consultorio es un muestrario implacable de mucho  sufrimiento inútil vinculado a sesgos o errores cognitivos que deberían  atacarse: las creencias irracionales, los esquemas inconducentes de  pensamiento, los falsos apegos, las expectativas desmedidas, la alta  propensión al autoengaño, la manipulación, el boicot.
               "Si se logra entender cómo funciona lo absurdo, lo  inútil y lo peligroso de la mente, se puede decidir si vale la pena  intentar modificarla. En mi experiencia, al concientizar cómo  funcionamos, podemos desaprender lo aprendido, sin que ello suponga  subestimar a la emoción y al afecto. Por ejemplo, la mente siempre  intenta autoperpetuarse y, por ello, rechaza, ignora o distorsiona la  información que se aleja  de sus creencias", explica Riso.
Contra las deformacionesLos  tres pilares que propone para corregirla son: impedir que la mente se  mienta a sí misma y encaminarse hacia un realismo crudo, aprender a  perder y adoptar un sesgo de humildad y discriminar cuándo se justifica  actuar y cuándo no para actuar con sentido común y sabiduría.
               Riso está convencido de que los especialistas en salud  mental deben tener un pie en la academia y otro en la divulgación para  promover información científica valiosa que cree prevención en salud  mental.
               Otro malestar acentuado en la posmodernidad son los  diferentes tipos de dependencias que muchas veces pasan inadvertidas por  tratarse de adicciones sin droga: a la compra, a Internet, a la  alimentación sana, a las relaciones afectivas, al ejercicio físico, a la  moda, a la belleza... La incidencia de conductas compulsivas dañinas en  la población es alta, afirma. "Si bien todavía no están clasificadas en  el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, el DSM-IV,  se trata de claros ejemplos de adicciones comportamentales. Ante ellas,  trabajar la moderación resulta extremadamente complejo ya que la  sustancia de consumo no es prohibida.
               "Pero, de todas, la que muestra una prevalencia  altísima, del orden del 15%, es la dependencia afectiva. Y ello abarca  casos bien disímiles: van desde sentirse incompleto, a la ilusión de  pretender que dos sean uno, y al sometimiento, «porque el amor todo lo  soporta o peor es estar solo», repiten los pacientes. Incluso, a  permanecer en una relación donde uno de los dos sabe que no es amado,  pero se queda allí igual.
               "En la dependencia patológica, en cambio, la cuestión  está en la cantidad, en la posesión y el afán de control: lo excesivo se  suele esparcir a todas las acciones y emerge con nitidez en delirios de  celos infundados. Porque aclaro que los celos, cuando están   fundamentados, son aceptables y hasta buenos para la pareja", afirma.
               La educación en la autonomía, el fortalecimiento de la  propia vida interior, la eliminación de ataduras psicológicas,  aprender  a lidiar con la incertidumbre propia de las relaciones afectivas, junto  con saber afrontar el miedo a la pérdida, la soledad o el abandono,  conforman el basamento desde el cual la terapia cognitiva trabaja con  los apegos desmedidos. "El amor sano siempre es una suma de dos, en la  cual nadie pierde", subraya Riso.
Más razón y menos corazónEsos meandros lo zambullen de lleno en la materia de su último libro:  Manual para no morir de amor   . Dice Riso: "No fue mi experiencia de frustración amorosa lo que me  empujó a escribir sobre el amor. Fue que el 40 por ciento de las  consultas psicológicas se derivan de esa temática. Y aunque hay rupturas  que, francamente, deberían festejarse, lo cierto es que la problemática  del amor encabeza el ranking de todos los sufrimientos".
               Según el terapeuta, parte de ese malestar radica en la  equivocación en la elección de pareja, monopolizada-dice- por el  idealismo y la sobrevaloración de las razones del corazón. Ahí la  injerencia de la razón es poca o nula, enfatiza.
               "Creer que el amor es infalible es, además de infantil,  una falacia: en los Estados Unidos, por ejemplo, son más las personas  separadas que las casadas. Los estudios revelan que hoy los segundos  matrimonios funcionan mejor que el primero. Y, en el 80% de las parejas  que funcionan bien, sus miembros son similares", dice. Ello se explica  en que el amor es la conjunción armoniosa de  eros  (pasión),  philia  (amistad) y  agape   (entrega-cuidado). Y, aunque suene poco romántico, cuando se elige a  alguien habría que evaluar también la compatibilidad, la afinidad, los  valores compartidos. En síntesis, la conveniencia de unirnos a esa  persona.
               Intolerante y autoritario, ciegamente apegado a la  tradición y en muchos casos maniqueo y hostil, el pensamiento rígido es  para Riso una barrera mental, un mal de época, un factor incapacitante y  hasta una patología. En sus versiones más exacerbadas cosifica al otro.  Y de allí devienen en fundamentalismos.
               No obstante, la inflexibilidad mental "alivianada"  también es común, asegura, y no sólo afecta la salud emocional del  individuo, sino a su entorno, ya que por lo general quien piensa así  intenta imponer su forma de ver el mundo y asume como válida sólo a su  verdad. Pero lo que es peor, enfatiza Riso, es que propician su propia  marginación e inadaptibilidad al cambio, lo que caracteriza a esta era.
               "Por oposición, la mente abierta y libre es pluralista,  busca actualizarse y acompañar los cambios. Por eso sale enriquecida.  No se trata de ser influenciable ante la aparición o la dictadura de lo  nuevo. Se trata de ejercer el pensamiento crítico y ser capaz de revisar  las propias creencias, incluso, los valores frente a la evidencia de  que otro tiene razón o de que existe un argumento irrefutablemente  superador al propio. Ello es, además, un determinante del progreso y del  éxito individual", afirma Riso.
               "Aunque parezca irrisorio, muchos adultos muestran una  falencia, para mí letal, en la intimidad del consultorio: no saben- y  tampoco se animan- a burlarse de ellos mismos, a decir las veces que sea  necesario «no sé», «no tengo idea», y a asumirse, en algún momento,  como ignorantes."
               "Es por eso que no saben ser asertivos: expresar  desacuerdos con cortesía, brindar una opinión contraria sin virulencia o  expresar un sentimiento negativo sin degradar o avasallar. Aprenderlo a  hacer es un imperativo para poder respetar al otro y autorrespetarse.
LOS "MALESTARES Y ADICCIONES POSMODERNOS" LAS FRUSTACIONES 
Cerca  del 30% de las personas padece en algún momento un cuadro depresivo o  ansioso por causas diversas. El detectar los desvíos del pensamiento,  saber gestionar los problemas, aplicar una lógica a las exigencias,  aprender a perder y trabajar la humildad propician un equilibrio  saludable para la vida.
                LAS DEPENDENCIAS 
La moderación como medida  resulta cada vez más difícil de lograr cuando no median sustancias  prohibidas de consumo. Educar la autoafirmación y la autonomía y  fortalecer de interioridad, mediante estrategias como un mayor contacto  con la naturaleza o un hobbie, por ejemplo, neutraliza los  comportamientos compulsivos.
                ELEGIR MAL LA PAREJA 
La mitad de la  población se separa, en parte porque está mal casada: a la pareja no  sólo hay que elegirla con el corazón sino también con la razón para que  funcione. "Los opuestos se atraen y sirven para procrear pero no para  vivir juntos", dice Riso. En el 80% de las uniones que funcionan bien  sus miembros son semejantes.
                EL PENSAMIENTO RÍGIDO 
La rigidez  psicológica enferma genera aislamiento, hostilidad y promueve una  violencia individual y social significativa. La mente abierta, en  cambio, se adapta al cambio -el rasgo característico de esta época-,  tiene más probabilidades de progreso y de generar soluciones efectivas  por su amplio espectro de recursos mentales.
WALTER RISO
Psicólogo clínico                 
-  Profesión  : investigador, terapeuta cognitivo y escritor
                 
                                               
                                               
- Graduado en la Universidad de  Medellín, estudió filosofía y bioética. Alterna la práctica terapéutica  con la investigación en psicología cognitiva. Su próximo libro tratará  sobre el desapego.
DIXIT                 
- " Pensar lo que pensamos ayuda a detectar las distorsiones en la percepción "
                 
- " Hoy los segundos matrimonios funcionan mucho mejor que los primeros "
WALTER RISO
http://www.intereconomia.com/video/estar-bien/santiago-quiroga-entrevista-escritor-walter-riso-video-20110323#