Coaching Ontológico en las Empresas
Por Mariano Vázquez
El Coaching ontológico es una disciplina cuyo objetivo es, básicamente, facilitar aquellos procesos de aprendizaje de transformación en los cuales personas, equipos y organizaciones descubren y desarrollan su potencial, ampliando sus posibilidades de acción e incrementando la calidad y efectividad de sus formas de trabajo y de convivencia.
Este proceso de transformación está relacionado con la capacidad humana de crecer y lograr conductas satisfactorias, a partir de una nueva manera de observarse a sí mismo y a su entorno.
Las respuestas que permiten alcanzar resultados extraordinarios no se encuentran en lo que ya sabemos. Sin embargo, el pensamiento humano funciona a partir de lo conocido y esto forzadamente nos conduce a las mismas conclusiones y a las mismas soluciones.
“Los seres Humanos vivimos en mundos interpretativos”, no percibimos el mundo como es, sino como lo permiten nuestros estados de ánimo y modelos mentales; y estos dominios son los que determinan nuestra conducta.
Por esta razón aplicar técnicas conocidas nos llevará indefectiblemente a los mismos resultados, dentro de nuestros propios paradigmas.
El Coaching Ontológico, basado en la Ontología del Lenguaje, reconoce el poder generativo del lenguaje.
“Interpretamos a los seres humanos; somos seres lingüísticos, vivimos en el lenguaje y a través de él nos transformamos constantemente, generando nuestra identidad como personas e instituciones”.
Precisamente a partir del lenguaje, y con la asistencia de un Coach que nos asiste en el proceso, vamos descubriendo cuánto poder de acción tenemos como personas, en relación al mundo y a las circunstancias que percibimos, y sobre las que queremos generar resultados que realmente nos importen.
Enfoque del coaching Ontológico
El Coaching Ontológico trabaja sobre 3 dominios que nos constituyen como seres humanos: Lenguaje, Corporalidad y emoción.
Respecto al Lenguaje el coach procura entender cuáles son los “juicios maestros” que determinan la forma de observar y actuar de la persona asistida (coachee).
Es decir, cuál es su estructura de pensamiento, cómo piensa acerca del mundo, de los que lo rodean, del pasado, del futuro y de él mismo. Estos juicios marcan su manera de “ver el mundo”, estableciendo límites en el aprendizaje y generando sentido e interpretando aquello que nos ocurre.
En cuanto a las Emociones, reconociendo que las relaciones y los resultados que obtenemos en nuestra vida depende de los estados de ánimo que tenemos. El Coach trabaja con la persona o el equipo para que puedan reconocer los estados de ánimo para ver si éstos les abren o cierran posibilidades y a partir de ahí, aprender a diseñar un estado de ánimo que les facilite lograr aquellos resultados que no están obteniendo.
Habitualmente vemos en las empresas cómo los estados de ánimo de las personas determinan su comportamiento y como consecuencia, definen sus resultados.
Por ejemplo: No saber pedir, sentirse victima de la situación, vivir con miedo a ser despedido, sentirse abusado, traicionado, sentir envidia del jefe / compañero, querer agradar a las personas todo el tiempo, etc.
El tercer dominio es la Corporalidad, donde se observa cómo estamos “parados” en el mundo, cómo nos movemos.
Interpretando las señales que nos manda nuestro cuerpo para que cambiando movimientos y gestos, por ejemplo, podamos conseguir los objetivos propuestos.
Algunos ejemplos de cambio en nuestra corporalidad, para predisponernos a observar posibilidades donde no las estamos viendo, serían: Ejercicios de respiración, cambio de postura corporal, etc.
Los tres dominios: Lenguaje, emocionalidad y corporalidad, mantienen entre sí una estructura de coherencia que hace que las manifestaciones de los tres estén alineadas y se retroalimenten mutuamente.
En la intervención ontológica se actúa desde cualquiera de los tres dominios, consiguiendo aprendizajes en los dos restantes. En función de la persona y del tema “objeto” de trabajo estará más indicado trabajar en uno u otro dominio.
En todos estos años que llevamos desarrollando procesos de Coaching Ontológico en las empresas, equipos y personas, vemos como ayuda a liberar de una manera extraordinaria el talento, creatividad, compromiso y poder de las personas, para conseguir cosas que no somos capaces de imaginarnos.
Marcel Proust