RUMI

Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.

30 ene 2012

El Despertar del Cristo

Bienamados:
Durante años hemos hablado de muchos conceptos, miguitas de pan que te han conducido al lugar donde te encuentras ahora para que puedas entender Quién eres y Qué eres. Hemos dado pistas a lo largo de todo este cambio, ideas con las que jugar, conceptos que han expandido tu mente y tu entendimiento, preguntas que te han permitido pensar tanto y de forma tan dura que, al final, te has cansado de pensar y has permitido que tu corazón sea quién te guíe a conocer la paz y la alegría del Cristo.
Cada vez que eliges reconocer el poder del Cristo en ti, cambias el nivel de vibración de la consciencia colectiva ayudándola a que ascienda, y verdaderamente va a llegar un momento en que la consciencia colectiva va a despertar y va a sentir una ascensión. Algunas veces, los cuerpos lo sentirán también, y notarán una ascensión física, pero éste no es el verdadero objetivo, esto puede suceder porque vais a llegar a la experiencia del “ajá” donde todo se disuelve en la luz y no necesitareis más el cuerpo, os sentiréis muy ligeros, de una ligereza tal que vais a ascender. Pero ése no es, como os he dicho, el objetivo.
El objetivo es despertar al lugar donde experimentas un instante divino y verdaderamente conoces el significado del “Yo Soy el que Soy, el que siempre he sido. Yo Soy el Cristo, y celebro el Cristo en mi – y, como no hay separación – el Cristo de todos con los que me encuentro.”
Todo aquel con el que te encuentras ha sido invitado por ti a tu consciencia, todo aquél con quien tú te encuentras está hecho de la misma energía y del mismo tejido del que tú estás hecho. Cada uno de ellos es el Cristo, ya sea que lo sepan o no; y tú, a medida que los días vayan pasando, vas a ir reconociendo más al Cristo viviente que está interactuando contigo, hasta llegar al punto en el que le vas a sonreír y a dar la bienvenida.
Hemos hablado ya antes acerca de los cambios que están ocurriendo y los que se anticipan para este año, y habrá cambios, ya están sucediendo. Hemos hablado de que va a haber un momento donde todo aquello que no sea de la Luz va a mostrarse para que así la Luz pueda ser invitada a brillar sobre todo lo que antes se había mantenido oculto en la oscuridad. Estás en un lugar donde vas a sentir los cambios, y alguno de los cambios lo vas a sentir como buenos y los vas a entender; otros cambios van a requerir que tomes una respiración profunda y que te mantengas en una actitud neutral desde tu Observador durante un momento que, puede durar más o menos tiempo hasta que veas cómo te pueden conducir los cambios a la unión de todas las mentes en Una donde la expiación ha sido completada. Pero algunas veces, vas a tener que tomar más de una respiración profunda, así que este año te aconsejaría que te rodees de gente afín, para que os podáis apoyar mutuamente a medida que vuestro sistema de creencias se transforma y os conduce al descubrimiento del Cristo.
Tan a menudo como te sea posible, pues, busca compartir momentos con gente de mentalidad semejante. Ahora bien, sé que vas a caminar entre hermanos y hermanas que no están acostumbrados a usar tu mismo lenguaje, o que no comparten tu mismo punto de vista, simplemente ámalos, pero tan a menudo como te sea posible, busca a aquéllos con los que verdaderamente compartes una misma forma de pensar para así poderos dar apoyo mutuo.
Eres muy fuerte, y no te va a hacer daño estar con otros que tengan diferentes puntos de vista, pero, vas a necesitar ir a un lugar donde te sientas seguro y libre, y puedas soltar parte de la armadura que has llevado puesta durante muchas vidas, y simplemente estar con amigos que te aman, te entienden y saben lo que verdaderamente está ocurriendo, no lo que aparenta estar ocurriendo, sino lo que verdaderamente está ocurriendo. Algunos de los cambios van a ser estupendos, van a ser todos para el mayor bien, aunque a veces no lo parezca, y si en esos momentos estás con amigos y podéis afirmar “esto también nos va a llevar al Cristo”, entonces cualquier cosa que esté ocurriendo lo vais a ver de otra manera, a veces de forma bastante literal.
No hay nada que temer, escucha esto bien, porque una vez que captes esta idea, la Verdad de tu ser de que no hay nada, verdaderamente nada que temer, el miedo pierde su poder. El miedo ha sido vuestro compañero por muchas vidas, y habéis aprendido como cubriros con una armadura, porque pensabais que había algo allí fuera que era más fuerte que vosotros.
Lo primero de todo, es que no hay nada “allí fuera”, está todo dentro de tu conciencia. Y además no hay nada que puedas atraer que pueda hacerte daño, porque tú eres quien lo está creando, y si tú lo estás creando – y yo te lo garantizo –, lo puedes deshacer tan pronto como dejes de darle alas al miedo y lo quites de la escena porque ya no lo quieres más. El miedo no es una verdad, o digamos que es verdad con “v” minúscula, pero no es Verdad con “V” mayúscula. El miedo es algo que has creado para experimentar la aventura, para sentir como se eleva la adrenalina, no hay nada fuera de ti y no hay nada de lo que necesites defenderte.
Uno de los grandes cambios que vienen este año, es éste de dejar partir el miedo. El miedo va a dejar de tener poder sobre ti, el miedo solamente tiene poder en la medida en que tú se lo des y pienses que puede ser verdad, pero no lo es.
La única Verdad de tu ser es que eres energía, la energía a la que yo llamo Amor, yo he igualado la energía al amor porque cuando tú estás en el amor te sientes expansivo, y cuando sientes amor por alguien, te olvidas del pequeño yo y estás únicamente interesado en el otro. Por un momento, más o menos largo, te das cuenta de que te has olvidado de ti mismo y de la armadura que pensabas que era necesaria; y te sientes a ti mismo como uno con la persona que tienes ante ti, y en ese momento conoces solamente el Amor.
El Amor es expansivo, el Amor es energía y tú eres energía. Tú has sido siempre energía, y siempre has tenido el poder de elegir cómo usar esa energía, qué forma darle; y luego, al haber creado con tu propia energía, te has encontrado a ti mismo enamorado de tus creaciones hasta tal punto que sentiste que tenías que defender esas creaciones. Creíste que algo ahí fuera podía llegar y derribar tu “castillo de arena” o cualquier cosa que hubieras creado y, así empezaste a identificarte con tus creaciones y a olvidar que tú eras el que las habías creado en primer lugar.
A esto se le ha llamado la “pérdida de la gracia”, el olvido del “yo soy el ser divino quien creó esto en primer lugar”, esto ha sido también la caída dentro de la densidad, y ahora estás ascendiendo fuera de ella, porque ya has tenido suficiente. Tú no eres vulnerable. El Niño Sagrado nunca necesita defenderse, no es vulnerable, el Niño sagrado es energía.
Ahora estás despertando al Cristo interior, que es el lugar donde conoces tu propio poder, no como el mundo define lo que es el poder, no como se hace en la dualidad donde un día puedes tener poder y al otro perderlo.
El verdadero poder reside en tomar consciencia del Cristo dentro de ti, el cual nunca perdiste. Has experimentado muchas aventuras, pero nunca te has perdido, y además nunca has pecado. Has hecho elecciones y has vivido con sus resultados, después has vuelto para tomar otras elecciones, pero en Verdad, nunca has pecado. Habéis jugado, de la misma manera que veis a los niños pequeños jugar en la arena o con diferentes objetos. Ellos eligen, quizás deciden subirse a unas barras altas en los columpios y se caen, pero al momento se levantan, se sacuden el polvo y puede que, incluso, lloren porque quieren que alguien les reconozca lo que les ha pasado; y entonces ¿qué hacen?, pues vuelven de nuevo a intentarlo otra vez, esto es lo que ocurre bastante a menudo. Tú has hecho lo mismo durante muchas vidas, has participado en muchas aventuras.
No eres solamente el cuerpo, de hecho eres mucho más que el cuerpo, cuando ahora los científicos quieren medir el aura se dan cuenta de que vuestra presencia no termina en el límite de vuestra piel. La piel es uno de los órganos del cuerpo, el que lo envuelve, pero no eres sólo lo físico, el cuerpo no se activa a sí mismo, tú activas tu cuerpo y la Luz que eres se extiende mucho más allá del cuerpo.
En verdad, la energía divina que eres, el Cristo, se extiende mucho más allá de lo que puedas imaginar. Eres parte del cosmos mismo. El cosmos, las constelaciones, todo lo que vuestros científicos están llevando a tu conciencia existe sólo porque tú existes.
Simplemente te estoy dando algunas ideas para que entiendas que no hay nada que temer. Como dijo una persona sabia: “no hay nada que temer excepto el miedo mismo”, y una vez que llegues a darte cuenta de que no hay nada que temer – y realmente no lo hay –, entonces sentirás que eres libre. No tienes por qué preocuparte de que el cuerpo “no te vaya a funcionar como te gustaría”, o “temer que tus amigos, compañeros de trabajo o tu jefe te vayan a decepcionar, tampoco tus líderes ni el gobierno tienen ese poder, déjalos ir, déjalos que se entretengan jugando sus propios juegos. Confía en que tus propias creencias, tu mente sabe que todo está bien y que siempre vas a estar cuidado y protegido. No necesitas un puesto de trabajo, no necesitas a alguien que te dirija y te diga cómo puedes ganar dinero, si no tuvieras ese empleo, estarías sirviendo en otro lugar, porque de eso se trata la vida: de amar, servir, y recordar. Así que si no estuvieras donde estás, estarías en otro lugar sirviendo y amando, y habría un intercambio de energía porque es lo que tiene que haber, nunca hay un “vacío”, siempre hay un intercambio de energía.
Ahora bien, no te estoy diciendo que vayas mañana o pasado y le digas a tu jefe: “¡Oiga, señor! Ya no le necesito, Jesús me ha dicho que soy libre de tomar mis propias decisiones ¡así que me voy!”, esto no es lo que estoy diciendo para nada. Lo que digo es que aprecies de todo corazón el lugar donde estás y que entiendas y sepas que estás sirviendo, y sí, tiene que haber un intercambio de energía, la naturaleza, el verdadero ser que eres, no permite el vacío, tiene que haber un intercambio de energía, así que, a cualquier lugar que tú vayas, en cualquier lugar donde tú prestes tu servicio, va a haber un intercambio de energía. Puede tomar la forma de monedas, o cualquier otra apariencia, siempre habrá un intercambio.
Tu responsabilidad es darte cuenta de que existe un intercambio, y aunque no te llegue por medio de dinero, se producirá un intercambio. Nunca se da nada en el vacío. Comienza a darte cuenta de que los modos en que recibes tu retribución, el intercambio energético, pueden ser tan variados como la cantidad de granos de arena que hay en una playa. El pago puede llegar de miles de maneras distintas. Confía en que vendrá, nunca te vas a quedar sin nada. Puede ser que alguna vez parezca un poquito justo, pero nunca te quedarás sin nada, siempre vas a ser cuidado porque así lo decidiste.
Nunca te vas a perder, algunos temen dejar el cuerpo porque se preguntan: “¿Dónde voy a ir? ¿Tendré todavía consciencia? ¿Me perderé e iré a la deriva? ¿Me caeré en el vacío en algún lugar?”. No, siempre vas a tener consciencia, siempre vas a conocer tu Ser – a tu Ser más grande, con S mayúscula –, y de hecho, muchos de los que despiertan después de haber liberado el cuerpo se sienten muy felices porque son libres, sienten como se expanden.
La luz al final del túnel es tu propia luz, y eres tú mismo el que te expandes dentro de esa luz. No hay nada que temer, ahora bien, no te estoy transmitiendo este mensaje porque vayas a dejar el cuerpo pronto, en realidad, no lo vas a hacer porque hay mucho trabajo todavía que realizar. La cosecha es grande, y hacen falta muchos labradores.
No vas a dejar el cuerpo mientras que quede trabajo por hacer. Pero cuando llegues al punto en el que sepas que has completado tu función en esta encarnación, recuerda que no hay nada que temer. Habrá sólo alegría, Luz, expansión – pero no ahora – porque te necesito para que me ayudes en mi labor, tú eres mis manos, mis pies, mi sonrisa, mis palabras de confort para aquellos que no pueden verme, que quizás no tengan todavía el sistema de creencias que les podría permitir acceder al conocimiento de que ellos no están solos.
Algunos de ellos me llaman a mí o a mi madre María y quieren sentir el confort, piden consuelo, pero cuando contestamos – y nosotros siempre estamos ahí, con todos y cada uno de vosotros – ellos no nos pueden oír, porque les enseñaron, hace mucho tiempo, que ellos no eran dignos por sí mismos de conocer la Unidad, de que sus oraciones fueran a ser contestadas a no ser que pagaran para ello a los curas, a los rabinos, hicieran sacrificios en el templo. Esta es la enseñanza que se os ha dado durante muchas vidas.
Así que cuando nosotros contestamos, ellos piensan que no puede ser cierto, me siguen viendo en la cruz. Pero yo ya no estoy en la cruz, estuve allí sólo durante unas pocas horas, esas fueron suficientes. Luego bajé de allí, resucité el cuerpo, porque sabía que era energía, volví a caminar entre vosotros de nuevo para demostrar que sois la vida misma, que la vida no puede ser extinguida. Yo no pude ser extinguido. La vida puede cambiar de forma, pero la vida no puede ser extinguida, así que no hay nada que temer, sólo hay alegría.
Tú eres la Vida, siempre lo has sido, siempre lo serás en una forma o en otra, siempre has estado sirviendo a la Luz, porque tú eres la Luz, y tú reconoces lo que tú eres. A la vez reconoces a los hermanos que están empezando a despertar a la Luz que son y te unes para celebrar la Luz con ellos. Por eso te digo que salgas y busques a personas de mente afín y estés con ellos tanto como te sea posible, porque el sentimiento de Luz compartida y la consciencia de la divinidad se expande y se refuerza a medida que reafirmas la Verdad de tu Ser.
Si te rodeas a ti mismo – y voy a utilizar las palabras que usáis aquí – con personas “negativas”, sabes cómo se siente eso, se siente pesado, te contrae, esa clase de energía todavía tiene que despertar a Todo lo que es.
Así que en la medida en que te sea posible, busca a aquellas personas que están listas para disfrutar de la vida, conocer la inocencia, a las que están dispuestas a jugar, reír, cantar y celebrar verdaderamente el nacimiento de Cristo. Es el Cristo naciente quien está leyendo estas palabras. Tú ordenaste que en algún punto, en este tiempo lineal, te reconocerías en el Cristo que eres, y este es el momento. Así sea.


- Jeshua ben Joseph (Jesús)-
Expresado a través de Judith