RUMI

Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.

10 nov 2012

Monstruos en pedestales

http://m.eltiempo.com/opinion/columnistas/ceciliarodriguez/monstruos-en-pedestales/12369275/1


Monstruos en pedestales
Cecilia Rodr

"El abuso sexual de nenas en hospitales y escuelas y en los propios estudios de la BBC por parte del famoso Savile era un secreto a voces."

LUXEMBURGO. De la reina para abajo, en la Gran Bretaña no se escapa nadie. El escándalo alrededor de las acusaciones de pedofilia con niñas contra Jimmy Savile, un venerado ídolo de la televisión, toca no solo a empleados (empezando por los directores) de la respetada cadena BBC, donde trabajaba, sino a decenas de personalidades, incluyendo a la realeza, varios primeros ministros y estrellas del cine, de la música y la farándula.

El abuso sexual de nenas en hospitales y escuelas y en los propios estudios de la BBC por parte del famoso Savile era un secreto a voces. Sin embargo, por casi 50 años, hasta su muerte, a los 84 años el año pasado, seguía siendo atendido y festejado en los más altos círculos sociales, se codeaba con los ricos y famosos y había sido ordenado caballero por la reina. El Papa también lo había premiado por sus buenas acciones en favor de la niñez desprotegida y hasta los Beatles posaron con él en fotos.

La cuenta de los abusos de Savile sobrepasa los 400 y, mientras los casos se acumulan y los sórdidos detalles salen a la luz pública, los testigos directos e indirectos, tan listos a mirar en la otra dirección cuando la evidencia estaba frente a sus narices, se ocupan de lavarse las manos y buscar a quién culpar. Los rumores sobre Savile y sus aberraciones fueron ignorados inclusive por la policía, que recibió diferentes denuncias a lo largo de los años y nunca procedió a investigarlo. ¿Cómo es posible que los populares diarios sensacionalistas ingleses, tan dispuestos a intervenir teléfonos para invadir la privacidad y obtener información escandalosa, lo hubieran ignorado por décadas? ¿Y la reina no ordena ninguna investigación antes de repartir títulos honoríficos? ¿Ni la curia en Roma?

Como en el caso de Jerry Sandusky, el entrenador de fútbol y abusador de niños en la Universidad Penn State, de los Estados Unidos, recientemente condenado a prisión perpetua, o el de los cientos de curas pedófilos en la iglesia católica, el pervertido Savile se protegía tras la imagen de una institución respetable para cometer sus crímenes. En la mayor parte de los casos, los pederastas pulen su reputación entregándose a obras filantrópicas para ayudar a la niñez, lo cual les sirve para la doble función de identificar víctimas particularmente vulnerables y de inocularse contra sospechas.

'El oficio de pederasta' es como lo define el autor Malcolm Gladwell en un artículo donde explica las sutiles maniobras de ese tipo de depravados sexuales. Primero escogen niños o niñas tímidos o introvertidos, que no tienen posibilidades de protestar o cuyos padres no prestan mucha atención. Luego inician la campaña para insinuarse en sus vidas y dar comienzo al abuso sexual, que se va incrementando. Insidiosamente tejen alrededor de cada víctima una red de dependencia, miedo, agradecimiento y confuso afecto para silenciarlos. Muchas veces recurren a las amenazas.

Pero, ¿cuáles son las razones del muro de silencio y protección que se construye alrededor de esos aberrados dentro de las instituciones donde trabajan y que les permite mantener sus actividades por años? Son estos tiempos modernos, dicen algunos, donde la liberación sexual ha dado libre vía a toda clase de excesos. El temor al escándalo, que puede salpicar a la entidad donde el pedófilo trabaja y que promueve una cultura de silencio dentro de la misma. El culto a las estrellas y los ganadores. Hombres (siempre hombres) que llegan a la cúspide en deportes, espectáculos o negocios y parecen demasiado poderosos o intimidantes para tumbarlos.

De acuerdo con otra teoría, todos queremos a los ganadores y necesitamos que sean buenos porque de esa manera el mundo es un sitio justo. Protegiendo a sus más distinguidos pilares, la sociedad se protege a sí misma. El "bueno del Savile" aparecía como defensor de la niñez, un ejemplo de caridad y desinterés, un pilar inatacable. Y nadie quería destruir el mito.