RUMI

Cada árbol y cada planta del prado
parece estar danzando;
aquéllos con ojos comunes
sólo los verán fijos e inmóviles.

16 may 2011

Esquizoides

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Una persona esquizoide puede definirse como una persona extravagante, rara y solitaria que muchas veces se confunde con una persona tímida, vergonzosa o evitativa. La razón de esta confusión es que descartando los extremos existe un continuo entre ambos tipos de personalidad esquizoide-evitativo, la mayor parte de las personas que componen esta continuidad están “entre deux“, es decir se acumulan en el centro de esa escala dialógica.

Más comprensible resulta decir que un esquizoide es aquella persona que no obtiene placer con los intercambios sociales mientras que una persona evitadora seria aquella que teme estos contactos. Es dificil establecer clinicamente diferencias entre ambos tipos de personalidad a través de la observación porque -como he dicho antes- probablemente existe un solapamiento entre ambas más o menos dinámico y cambiante a lo largo de la vida y en según qué entornos.

El esquizoide-evitador es una persona que bien por temor o bien por desinterés se aisla socialmente y aparece ante los demás como un niño raro ya en su infancia, se trata de niños que no disfrutan con el juego o los intercambios y parece que andan siempre ensimismados y van a lo suyo, pueden ser inteligentes o torpes pero en cualquier caso no participan demasiado en los placeres que disfrutan los niños fuertemente socializados, deportes, juegos de competitividad o incluso peleas. Los esquizoides disfrutan más de su mundo interior que de la conversación entre iguales, sus retos -de existir- están más en su interior que en la rivalidad o complicidad entre muchachos.

Lo cual les lleva a ser con frecuencia victimas de otros niños que los consideran diferentes y son precisamente estas diferencias las que atraen la mayor parte de las iras de los demás: ya sabemos la crueldad con que los niños marcan las diferencias entre el grupo de iguales y aquellos a los que consideran distintos, se trata del conocido efecto del mobbing.

La socialización es al mismo tiempo necesidad y condena para los seres humanos individuales. Nuestro cerebro se desarrolla a través de la complejidad social que somos capaces de generar pero tambien podemos comenzar a sufrir precisamente a causa de esta complejidad social que muchos niños sienten como una verdadera intrusión en su intimidad. La socialización por sí misma es una buena forma de protegerse de la psicosis pero es al mismo tiempo una fuente de estrés para ciertos niños vulnerables.

Lo que protege y cura es lo mismo que enferma y hace sufrir.

Es por eso que las personas esquizoides eluden o evitan el contacto que siempre sienten como algo desagradable o intolerable y que les lleva a un repliegue que los demás sienten como una bizarría y que cierra un circulo vicioso de rechazo-temor-aislamiento y más rechazo. Es el caso de Kant, Wittgenstein, Newton o Einstein, todos ellos personalidades esquizoides que nunca desarrollaron una esquizofrenia salvo en el caso de Newton que a los 50 años y debido a un conflicto amoroso con uno de sus ayudantes y a ciertas decepciones con sus investigaciones con la alquimia desarrolló un trastorno paranoide que se resolvió tambien espontáneamente. Sólo después de este episodio recibió Newton todos los honores que le correspondian por su talento.

Naturalmente tambien existe el fenómeno contrario: determinadas condiciones pueden llevar a deprivación social por sí mismas, la aculturación, la urbanicidad, la pobreza, la deprivación sensorial o educativa y la inmigración son condiciones que favorecen tanto la esquizoidia como la esquizofrenia.

En ambos casos hablamos de desaferentización, es decir el cerebro inhibe ciertas zonas relacionadas con el cerebro social y excita otras que quedan asi sensibilizadas de tal modo que hoy podemos hablar de una neurobiologia de la cognición social.

Sin embargo es bueno recordar que la esquizoidia y la esquizofrenia son cosas diferentes y que no todos los esquizoides van a desarrollar una esquizofrenia si bien este hecho nos lleva a pensar cuales son los factores protectores que hacen que un niño esquizoide se adapte y no enferme. Del mismo modo habremos de plantearnos cuales son las razones que hacen que una psicosis se desencadene a partir de una estructura esquizoide de personalidad.

Mi hipótesis es que la paternidad es un factor de riesgo para este tipo de personas como veremos a continuación.

Y para ello voy a tomar prestado el caso de John Forbes Nash bien conocido por una pelicula protagonizada por Russell Crow y tiulada “Una mente maravillosa”.

El caso de Nash es interesante por varias razones, la primera de ellas es por la rareza que vincula la esquizofrenia con el talento cientifico pero no de un talento cualquiera sino que estamos hablando de un premio Nobel. La segunda es porque esta enfermedad es muy rara entre los científicos aunque bastante frecuente entre otros creadores usualmente artisticos. La tercera es porque el caso de Nash -que aun vive- está muy bien estudiado y sirve para investigar sobre las relaciones que mantiene la enfermedad mental con la creatividad, un tema que ya abordé en este blog en dos ocasiones: en uno de ellos exploré las relaciones entre el espectro afectivo y la creación literaria y en otro más genérico sobre genio artistico y enfermedad mental.

Nash era hijo de un ingeniero y carecia de antecedentes reseñables, una familia normal , sin traumas, abusos ni grandes contrariedades aunque según algunos autores su madre era alcohólica. Sin embargo presentó desde pequeño un caracter raro, extravagante y con tendencia a la soledad. Enseguida sintió predilección por las matemáticas y demostró un talento especial en esta materia.

No hay que perder de vista que el gusto por las matemáticas está muy relacionado con la esquizoidia pues las matemáticas son la disciplina más alejada de la vida, una abstracción pura sin vida propia que sirve de pantalla emocional para muchas personas que temen y rechazan las relaciones interpersonales.

Su carrera se desarrolló en la universidad de Princeton donde bien pronto abordó un problema de la teoria de los juegos concretamente una solución matematizada para los juegos no cooperativos. Su premio Nobel le fue concedido precisamente por esta investigación -cuando aun no había enfermado- donde modeló matematicamente ciertas intuiciones algebraicas y de matematica no lineal. Para aquellos que quieran profundizar en la teoria de los juegos les recomiendo esta web, pero para el lector común baste con saber que las teorias de Nash tuvieron una enorme trascendencia desde el punto de vista económico y tambien militar, en realidad gran parte de la estrategia de la guerra fria conocida como “disuasión” se basa en sus teorias.

Nash era un personaje de éxito, todo parecía irle bien en la vida, se casó con Alice una estudiante de su seminario y pronto tuvieron un hijo, sin embargo la conducta de Nash no se correspondía con lo que cabia esperar de él, pronto se le conocieron ciertos deslices homosexuales al tiempo que se dejaba ver con una amante secreta, algo que unido a sus extravagancias fue construyendo en torno a él una mala imagen pública. A los 30 años y poco antes de que se desencadenara francamente su psicosis esquizofrénica de tipo paranoide, Nash recibió algunas malas noticias -estamos en tiempos del Mc Carthismo- y una institución llamada RAND vinculada a las fuerzas aéreas le expulsó al conocerse sus aventuras homosexuales y justo cuando Alicia queda embarazada comienza con conductas extrañas e inadecuadas, juegos con números y adivinanzas de matriculas, ensimismamientos mas prolongados, etc.

La homosexualidad de Nash no debe considerarse una homosexualidad “verdadera” sino un trastorno de identidad sexual que muchas veces aparece en algunas de estas personalidades como expresión de su caos interior. La evolución de su caso hacia la heterosexualidad parece confirmar la hipótesis de que sus escarceos homosexuales eran un sintoma premórbido de su psicosis, – un equivalente psicótico- aun no desencadenada que de una elección voluntaria y consciente.

La gente del MIT comienzan a chismorrear sobre él, más aun cuando comienza a pensar que una potencia extranjera le hace llegar mensajes en el New York Times que sólo él puede descifrar, cree que es el emperador de la Antartida o comienza a preparase para un permiso de conducir intergaláctico, abandona las matemáticas en favor de la numerología y a pensar que la gente que porta corbatas rojas parecian transmitirle señales. Nash se ha refugiado en un mundo de indicios con sentido universal.

Fue precisamente Norbert Wiener el primero en darse cuenta de que sufria una esquizofrenia, asi fue ingresado de forma involuntaria en la Universidad de Harvard saliendo de alta 50 dias después de un tratamiento con Largactil (clorpromazina). la evolución de su enfermedad fue la típica en casos de esquizofrenia, nuevos brotes, nuevos medicamentos, ingresos involuntarios, nuevos delirios con temática de persecución, electrochoques y negativa a aceptar su enfermedad y la toma de medicamentos que parecian apagar sus delirios, cosa que a Nash no le gustaba nada. Una evolución de más de 20 años salpicada con idas y venidas a Princeton que para él tenia la función de comunidad terapeutica, hasta que poco a poco la enfermedad remitió y con ella recuperó su matrimonio y hasta recibió el premio Von Neumann adelanto del Nobel que estaba al llegar.

Otra de las curiosidades de la evolución de la esquizofrenia de Nash es su evolución hacia la remisión, un verdadero despertar, cosa nada frecuente. Según él su cura se debió al abandono de sus obsesiones politicas que eran “perdidas de tiempo y energias intelectuales”, tambien según él: “si se hace un esfuerzo por racionalizar el propio pensamiento se pueden identificar y rechazar las hipótesis irracionales del pensamiento delirante.

Personalmente no he visto nunca un sólo caso donde un paciente sea por sus propios medios (sin tratamiento alguno) capaz de racionalizar y criticar sus ideas delirantes tanto más de tan larga evolución, aunque en 1994 recibió el Nobel de economía y nunca sabremos el impacto de este galardón en su psiquismo.

En última instancia emergí del pensamiento irracional sin otra medicina que los cambios hormonales propios del envejecimiento.

Es curioso que Nash atribuya su curación a ciertos cambios hormonales relacionados con el envejecimiento pero lo que parece ser cierto es que su paso de esquizoide a enfermo esquizofrénico -su desencadenamiento psicótico- estuvo enroscado en su pase iniciático desde la solteria hacia la paternidad. Personalmente creo que para determinadas personas esta es la prueba del nueve puesto que obliga a los hombres a transitar hacia lo simbólico, precisamente frente a un símbolo que mantuvo toda su vida repudiado.

En un documental llamado “la Trampa” y que puede ver entero en esta web, se analizan las relaciones que tiene la teoria de los juegos y la creencia de que con los números se podría alcanzar la felicidad, la idea de que el ser humano es esencialmente egoísta y que el mercado y no la politica serían los responsables de llevar esa felicidad a los ciudadanos comunes son coetáneas. Vale la pena ver el último episodio de este documental porque contiene una entrevista final con John Forbes Nash donde critica su propia racionalidad y la teoria que le llevó al Nobel.

De manera que nunca sabremos si se curó por el apagamiento hormonal o por haber llegado a la conclusión de que el hombre es algo más que un número, un algoritmo programable o un cuestionario objetivo, probablemente una idea que mantuvo durante toda su vida para protegerse del amor y de su sexualidad que seguramente sentiría como intromisiones intolerables en su espacio subjetivo.

Lo que está claro es que puede observarse su lucidez en esta breve entrevista.

John Forbes Nash nunca más volvió a tomar psicofármacos y le hizo prometer a su mujer que nunca le obligaria a tomarlos.



Bibliografia:

Manuel Serrano Vazquez (ed): “Psicopatología, arte y sociedad”. capitulo 8, “Una mente prodigiosa: La historia de J.F. Nash” de L. Ferrer y Balsebre.



http://pacotraver.wordpress.com/2009/10/27/esquizoides/